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Eludir la censura con las VPN: ¿es realmente seguro?

Oliver Linow
12 de marzo de 2021

Las redes privadas virtuales son una solución rápida cuando los regímenes bloquean sitios web críticos. Con las VPN, se puede seguir accediendo a internet a través de un túnel. Pero, ¿se puede confiar en el proveedor?

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El sitio web de Reporteros sin Fronteras (RSF) no es el único que las autoridades chinas han bloqueado.
El sitio web de Reporteros sin Fronteras (RSF) no es el único que las autoridades chinas han bloqueado. Imagen: Getty Images

Cada vez son más los países que bloquean los sitios web no deseados en sus redes, o que buscan específicamente en el tráfico de internet las voces críticas y de la oposición.

Cuando internet se convierte en una intranet controlada por el Estado, los usuarios tienen problemas: ya no pueden acceder, por ejemplo, al sitio web de la Deutsche Welle, o de otros medios de comunicación libres. Las plataformas de las redes sociales en las que los activistas de la oposición habían organizado una protesta poco antes, de repente se desconectan.

Una solución rápida: VPN

Cuando un régimen censura Internet en una crisis, muchos usuarios, recurren, en su desesperación, a las soluciones más sencillas. Esas suelen ser las redes privadas virtuales (VPN). Las VPN se desarrollaron para permitir a las empresas de distintos lugares conectar sus redes internas (intranets) por medio de canales encriptados a través de internet. Pero las VPN también pueden utilizarse para conectar un ordenador privado de una red no libre controlada por el gobierno a un servidor de la wold wide web libre, utilizando exactamente el mismo principio.

En algunos países, la información que se comparte en internet le puede llevar a la cárcel.
En algunos países, la información que se comparte en internet le puede llevar a la cárcel.

Los proveedores hacen grandes promesas

Las VPN están ahora disponibles para todo el mundo. Los programas correspondientes están disponibles de forma gratuita. Las aplicaciones VPN incluso encabezan algunas listas de descargas. Pero los usuarios no suelen pensar en los riesgos de esa actividad.

Las aplicaciones de VPN son abundantes, y las promesas de los proveedores son grandes. Si el usuario instala su software en su móvil, podrá conectarse a Internet de forma especialmente segura, dicen. Y prometen que sus datos personales ya no pueden ser accedidos por fuerzas potencialmente malévolas. Lo que está claro: si la VPN funciona, es posible utilizar servicios de streaming de otros países, eludir la censura gubernamental y acceder a sitios web bloqueados.

¿Cómo funcionan las VPN?

Una VPN establece un túnel encriptado desde un teléfono inteligente u ordenador hasta un servidor VPN remoto. Desde este punto final, el usuario entra en la internet abierta. Cuando ese usuario navega por la red, a los operadores de los sitios web que visita les parece que su ordenador es el servidor VPN.

El sitio web de Reporteros sin Fronteras (RSF) no es el único que las autoridades chinas han bloqueado.
El sitio web de Reporteros sin Fronteras (RSF) no es el único que las autoridades chinas han bloqueado. Imagen: Getty Images

Si, por ejemplo, el usuario utiliza un ordenador o un smartphone en Alemania, pero su servidor VPN está situado en Japón, los operadores de los sitios web que visita pensarán que el usuario se encuentra en Japón. Este juego al escondite se basa en que el usuario no aparece con su propia dirección IP, sino con la del servidor VPN.

¿Se puede detectar a un usuario mientras utiliza VPN?

Básicamente, los regímenes que controlan el tráfico de internet son capaces de detectar cuándo alguien está utilizando una VPN. Sin embargo, no pueden detectar lo que alguien está haciendo con ella, es decir, qué datos están fluyendo de un lado a otro del túnel VPN.

Algunas dictaduras han prohibido el uso de VPN por ese motivo. Esos regímenes bloquean entonces el acceso a los servidores VPN en el extranjero o, en raras ocasiones, incluso persiguen a los usuarios individualmente. Pero los gobiernos normalmente no pueden tomar medidas generales contra todas las VPN, porque muchas empresas extranjeras también confían en las VPN para sus comunicaciones internas.

Así, mientras los gobiernos no incluyan las direcciones IP de los servidores VPN extranjeros en sus firewall, y al no incluirlos allí, no los bloqueen, es posible utilizarlos para eludir la censura.

¿Qué tan seguros están mis datos en la VPN?

Aquí radica el segundo punto débil: Todos los datos del usuario pasan a través del proveedor de la VPN. Pero, ¿conocemos realmente a la empresa? Esencialmente, el usuario tiene que confiar en su proveedor para mantener la privacidad de sus datos.

Dado que es el proveedor el que opera el túnel, la empresa también puede ver a qué sitios web accede el usuario, cuándo y con qué frecuencia. El proveedor también puede ver el contenido no cifrado de sus datos de comunicación, como los simples correos electrónicos.

Estos datos pueden ser almacenados, y especialmente los datos sobre el comportamiento de navegación también pueden ser vendidos con fines de marketing. Para los proveedores de VPN, este puede ser un modelo de negocio exitoso. Cobran al cliente por el uso de la VPN en un modelo de suscripción. Al mismo tiempo, venden los datos sobre el uso de la web a la industria publicitaria.

Sin embargo, en el peor de los casos, también venden o suministran datos a las autoridades gubernamentales. Incluso si el proveedor promete no vender los datos, ya es un riesgo que los datos se almacenen. No pasa un día sin que se denuncie una nueva filtración de datos, ya sea por seguridad deficiente o por ataques criminales de hackers.

La mejor solución: Tor, privacidad por diseño

En primer lugar, lo mejor es que no se recojan datos de usuarios. Si un proveedor de VPN promete que no lo hará, es una cuestión de confianza. Pero un sistema que, por principio, no recoge ningún dato, es aún más seguro.

Esto es lo que Tor es capaz de hacer. Tor construye un triple túnel directamente a través del Navegador Tor. Con Tor, en realidad no se habla de túneles, sino de capas de cebolla, de ahí el nombre: Tor son las siglas de The Onion Routing.

Con este enlace puede acceder a las noticias de DW a través de Tor.
Con este enlace puede acceder a las noticias de DW a través de Tor.Imagen: DW

Lo bueno es que ninguna de estas capas de la cebolla conoce la identidad del usuario y su destino al mismo tiempo. Las páginas web a las que se accede, y cuándo y con qué frecuencia se accede a ellas, no pueden almacenarse en ningún sitio porque esa información no está disponible en absoluto. Por ello, el conjunto se denomina "privacidad por diseño".

Tor es un proyecto sin ánimo de lucro dirigido y financiado por muchos voluntarios. Es gratuito para los usuarios. Pero hay un pequeño inconveniente: la conexión a internet a veces puede ser inestable. Desgraciadamente, tanta privacidad tiene un precio en términos de velocidad y comodidad.

Si usted quiere poder navegar por internet rápidamente con su navegador, con una dirección IP extranjera, y no necesita la máxima protección de privacidad, debería utilizar un proveedor de VPN en el que pueda confiar al máximo.

Por lo tanto, es mejor no confiar en los portales de comparación de VPN, que califican bien a cualquier proveedor. A menudo no son independientes, sino que contienen enlaces patrocinados por los proveedores de VPN. En su lugar, es mejor preguntar a expertos en seguridad digital de confianza o leer reseñas de VPN actuales en revistas especializadas de renombre.

(gg/cp)