1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

“Entonces nos quedamos con el dinero”

Olivia Fritz (dm)5 de agosto de 2013

En 50 años de historia de la Bundesliga también han existido oscuros capítulos. Uno de ellos es el escándalo de manipulación de partidos protagonizado por una tercera parte de la Bundesliga.

https://p.dw.com/p/19JmF
Gregorio Canellas, presidente del Offenbach, presenta a la prensa las grabaciones pruebas de la manipulación de partidos.
Gregorio Canellas, presidente del Offenbach, presenta a la prensa las grabaciones pruebas de la manipulación de partidos.Imagen: picture-alliance/dpa

La temporada 1970/1971 había terminado con la defensa del título por parte del campeón, Borussia Mönchengladbach. Las emociones al final del campeonato corrieron por cuenta de la lucha por evitar el descenso: Rot-Weiß Oberhausen y Arminia Bielefeld conservaron sus cupos; Rot-Weiß Essen y Kickers Offenbach los perdieron.

Que todo esto sucedió de forma irregular sería revelado semanas más tarde por el presidente del Kickers Offenbach, Gregorio Canellas, en la celebración de su cumpleaños número 50. El 6 de junio, durante la fiesta que ofreció en el jardín de su casa, Canellas permitió a sus huéspedes escuchar la cinta de una conversación telefónica suya con el defensor del Hertha Berlín y la selección alemana Bernd Patzke, grabada antes de la última fecha de la Bundesliga.

El tema era el pago de sobornos. Berlín, muy fuerte jugando de local, debía ganar contra Bielefeld para favorecer a Offenbach. Pero el Bielefeld también le había ofrecido dinero a los jugadores berlineses, mucho dinero, hasta 15.000 marcos según se dijo. Las directivas de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), y el entrenador alemán Helmut Schön, apenas pueden dar crédito a lo que escuchan. Los periodistas invitados al festejo, en cambio, olfatearon una gran historia.

Canellas reveló nombres de jugadores, entrenador y directivos involucrados, y con ello desató una avalancha. “Persigo un objetivo: que cesen los rumores que están haciendo más daño que la verdad”, explicó sus acciones con la esperanza de comprobar que la última fecha del campeonato se jugó irregularmente, “por lo cual nuestro club tiene derecho a reclamar su lugar en la primera división de la Bundesliga”.

Votación en el vestuario

Los jugadores de Berlín Bernd Patzke y Tasso Wild son considerados como los cerebros del escándalo. Wild, mencionado en la conversación telefónica, confesaría más tarde que el equipó votó en el vestuario sobre si aceptar el soborno o no.

“Nueve votaron a favor con el argumento de que si la gente era tan tonta para ofrecer dinero, pues por qué no tomarlo. Siete votaron en contra. Así que nos quedamos el dinero”.

Hasta entonces Berlín no había perdido ni un solo partido en su estadio esa temporada, en la que ese no fue el único juego manipulado. Durante el campeonato 70/71 una tercera parte de los equipos profesionales alemanes, y 60 jugadores, resultaron involucrados en el escándalo. El investigador de la DFB, Hans Kindermann, tuvo bastante trabajo desenmarañando la red de sobornos.

Los jugadores de Berlín Los jugadores de Berlín Tasso Wild (izquierda), y Bernd Patzke (en el medio), claves en la manipulación.
Los jugadores de Berlín Tasso Wild (izquierda), y Bernd Patzke (en el medio), claves en la manipulación.Imagen: picture-alliance/dpa

El arquero inocente

Muchos jugadores serían después perdonados, y a Bielefeld y Offenbach se les retiró la liencia como clubes profesionales y se les envió a competir, respectivamente, en la liga regional y en la aficionada superior.

Curiosamente en el partido contra el Schalke, manipulado por Bielefeld, el gol decisivo se consiguió bastante tarde, cuando ya llevaba transcurrida buena parte del segundo tiempo. Todo, porque el arquero del Schalke, Dieter Burdenski, supuestamente no fue informado del arreglo.

“Los que tenían que hacer los goles, pese a las oportunidades que se ofrecieron, no consiguieron su propósito, y Burdenski, el único que no sabía nada de nada, pues atajó todo lo que tenía que atajar”, contó Gerd Roggensack, autor del gol.

Los aficionados, decepcionados, dudaron del fútbol y sólo hasta después de la conquista del título mundial en 1974 regresaron masivamente a los estadios de la Bundesliga. El escándalo, además, tuvo una consecuencia importante: la DFB anuló el límite salarial a los futbolistas profesionales, que hasta entonces era de 1.200 marcos.