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EE.UU. inicia última fase de su retirada de Afganistán

1 de mayo de 2021

El 11 de septiembre todas las tropas extranjeras abandonarán el país asiático y el gobierno afgano deberá enfrentar solo a los talibanes insurgentes.

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US-Militär in Afghanistan
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Hossaini

Estados Unidos inició oficialmente este 1 de mayo de 2021 la retirada de sus últimos soldados de Afganistán, la que marcará el fin de una guerra de 20 años, pero abrirá un periodo de gran incertidumbre por la impronta creciente de los talibanes.

En los hechos, el proceso de retirada ya está en curso, según responsables estadounidenses en Afganistán, pero la fecha del 1 de mayo es simbólica ya que quedó establecida en el acuerdo firmado en febrero de 2020 en Doha, Catar, con los talibanes por la antigua administración de Donald Trump y que prevé dicha retirada.

En los últimos días, el cielo de Kabul y la base aérea cercana de Bagram registró un trasiego inusual de helicópteros estadounidenses, encargados de preparar este repliegue, que concluirá el 11 de septiembre, fecha anunciada por el actual mandatario estadounidense, Joe Biden y que además conmemora el 20 aniversario de los atentados de 2001 en Estados Unidos.

Por su parte, los aliados de la OTAN empezaron a retirar los contingentes de la misión Apoyo Decidido ("Resolute Support"), el pasado jueves (29.04.2021) que debe hacerse de manera coordinada con Washington.

El presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó a mediados de abril la retirada de los 2.500 soldados todavía presentes en Afganistán. "Ha llegado la hora de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos", declaró al estimar que el objetivo de la intervención, que era impedir a Afganistán servir de nuevo de base a ataques contra su país, se cumplió.

Estados Unidos intervino en Afganistán a raíz de los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono. Y expulsó del poder a los talibanes, acusados de haber dado cobijo a la nebulosa yihadista Al Qaida responsable de los atentados, antes de que el conflicto se estancara.

Desde la firma del acuerdo de Doha, los talibanes se abstuvieron de atacar directamente a las fuerzas extranjeras. Pero no tuvieron piedad con las tropas gubernamentales, a las que acosan en las zonas rurales mientras siguen aterrorizando a la población de las grandes ciudades con asesinatos selectivos. El anuncio de la retirada de los estadounidenses no ha hecho más que agravar el miedo de los afganos, que temen que los talibanes regresen al poder e impongan el régimen fundamentalista que implantaron cuando gobernaron entre 1996 y 2001.

Mientras el presidente afgano, Ashraf Ghani, asegura que las tropas gubernamentales, son "totalmente capaces" de resistir a los insurgentes. El jefe del Estado Mayor, estadounidense, general Mark Milley, reconoció que no se puede descartar que haya un caos total. "En el peor de los casos, tendremos el desmoronamiento del gobierno afgano, el desmoronamiento del ejército afgano, una guerra civil, la catástrofe humanitaria que la acompaña y el retorno potencial de Al Qaida", reconoció.

mn (AFP, DPA)