Eurodinámica: moda con toque ecológico

Llevan por nombre Bill, Dan o Hank, y en una vida anterior fueron mangueras usadas por bomberos para apagar incendios. Hoy cobran nueva vida gracias a la firma alemana Feuerwear, en forma de cinturones, portamonedas o bolsas para transportar computadoras portátiles.

La bolsa Scott cuesta 160 euros.

La idea original de Markus Klüsener, técnico especializado en diseño textil, era producir artículos de alta moda usando materiales reciclados y, por tanto, acordes con la protección del medio ambiente.

En un principio, Klüsener experimentó con sacos de café y otros materiales. “Cuando tienes un proyecto como éste, debes escoger materiales que sean duraderos. Materiales que resistan el recicladdo. Por ejemplo, con las velas de surfing prácticamente hay que ir a la caza de cada ejemplar. Y eso no tiene sentido”, dice.

Pero los creadores de Feuerwear no sólo apuestan al concepto de sustentabilidad, apunta Robert Klüsener, hermano de Markus.

“No hacemos grandes campañas de publicidad o marketing para presentarnos como fabricantes de productos sustentables. Esto sería equivocado porque, según espero, en 10 ó 15 años la sustentabilidad no será la excepción sino la norma. Si así sucede, no tendremos algo especial que ofrecer.”

Costura polaca

No obstante, la firma ha puesto en marcha procedimientos que refuerzan la sustentabilidad; por ejemplo, tienen a Greenpeace como suministrador de su energía. Además, Feuerwear utiliza sustancias biodegradables para limpiar las antiguas mangueras de bomberos.

Los hermanos Martin (der.)y Robert Klüsener.

La materia prima consiste en las mangueras, que son seleccionadas y llevadas al taller de Feuerwear, en Colonia. Ahí son lavadas y cortadas. Posteriormente, las telas son llevadas a tierras polacas, donde son cosidas a mano y convertidas en bolsos, cinturones o portamonedas. De ahí salen al almacén, que se ubica en Múnich.

Los largos trayectos no son muy amigables con el medio ambiente, y en parte podrían ser optimizados, dice el profesor Thomas Pretz, director del Instituto de Tratamiento y Reciclaje, con sede en Aquisgrán. Pero en lo general, las rutas son inevitables.

“Son las reglas de nuestra sociedad. Llevamos botellas reciclables de Europa a Asia, y en Asia son transformadas en textiles. Éstos los compramos a un precio más o menos lucrativo y los usamos en Europa. Cuando estas telas caen en desuso, tenemos un problema: encontrar la manera de volverlas a utilizar.”

El precio de la ecología

Todo tiene su precio, y los productos de Feuerwear también. El modelo Scott, una bolsa para computadoras portátiles de 15 pulgadas, cuesta 160 euros. Pero pese a esto, los productos son cada vez más populares. En 2010, la firma vendió más de 20.000 artículos. El grupo de fans de la empresa en Facebook tiene ya más de 11.000 personas registradas.

Mangueras de bomberos, la materia prima de Feuerwear.

Productos como los de Feuerwear marcan un nuevo fenómeno: el reciclado de alto valor, u upcycling, como se le conoce ya en inglés. Aún no se puede hablar de una tendencia global, pero sí de una señal importante, dice Pretz

“La sola disposición del público a comprar productos con materiales de reuso ya es un paso importante. Es una linda idea, que tiene repercusiones positivas como la posible formación de una sociedad que recicla.”

¿Molesta a los clientes el hecho de que sus accesorios han sido usados para apagar incendios? No. De hecho, muchos adquieren los productos precisamente porque detrás de ellos se esconde otra historia, dice Martin Klüsener, creador de la marca Feuerwear:

“Nos gustó el juego de palabras. Es muy cercano a como pronuncian los angloparlantes la palabra alemana Feuerwehr, que significa “cuerpo de bomberos”. Es tan parecida, que simple y sencillamente nos agradó.”

Autor: Nader Alsarras/Enrique López

Editora: Emilia Rojas-Sasse