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Europa tiene que "contrarrestar las tendencias erosivas"

Dagmar Engel (rml)25 de junio de 2015

En entrevista con DW, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, habla sobre la crisis en Ucrania, las relaciones con Rusia, el futuro de la unidad europea y los escándalos de espionaje de la NSA.

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Frank-Walter Steinmeier, ministro alemán de Exteriores.
Frank-Walter Steinmeier, ministro alemán de Exteriores.Imagen: Imago

Entrevista con Frank-Walter Steinmeier

Deutsche Welle: Sr. Ministro, la situación en el Este de Ucrania ha vuelto a empeorar, hay más tiroteos y usted pasó muchas horas debatiendo sobre posibles soluciones con sus homólogos de Francia, Rusia y Ucrania. Ahora, el alto el fuego local en Shirókino, un pueblo próximo a la ciudad portuaria de Mariúpol, se nos presenta como un modelo para una paz a mayor escala. ¿Cómo debería funcionar?

Frank-Walter Steinmeier: Sí, esto dio lugar a un encuentro en París entre los ministros de Exteriores, que además era muy urgente. En los últimos días observamos con preocupación que las violaciones diarias del alto el fuego aumentaron y volvieron a costar vidas. Y esto por ambas partes. Por eso, era el momento de reunir a las partes en conflicto y advertirles de que deben respetar el cese el fuego. Hemos buscado juntos las posibilidades para frenar la escalada de violencia. Pero lo cierto es que no puede hacerse todo de una vez. Por eso dijimos: necesitamos casos que sirvan de ejemplo, y buscamos la posibilidad de concertar treguas a nivel local. Discutimos al respecto y creo que hemos encontrado planteamientos que pueden funcionar, en uno de los pueblos más disputados, en el sur de la cuenca del Donetsk, en Shirókino.

Usted calificó la situación, de acuerdo con sus homólogos, como muy peligrosa. ¿Se refería también a un marco más general? El conflicto en Ucrania se agudiza pero, ¿empeora también en paralelo la relación de Rusia con los países occidentales?

Está claro que la situación no es sencilla. Los últimos debates que hemos tenido aquí, en Alemania, sobre la prolongación de las sanciones –algo que suscita aquí discusiones muy críticas–, esos mismos debates se han repetido en los 28 países de la Unión Europea. Gracias a Dios tenemos una posición clara: las sanciones deben prolongarse en tanto no se cumplan los acuerdos de Minsk. Y es obvio que no se están cumpliendo. Por eso, incluso los Estados que más se distancian de las sanciones, como Grecia, también dieron su aprobación en este caso. Pero esto, respondiendo a su pregunta, no facilita las relaciones de Occidente con Rusia, y en particular de Europa.

¿Qué piensa de que los estadounidenses quieran llevar armamento pesado hacia el este de Europa, tal como lo anunciara su ministro de defensa?

Yo abogo por que, en la medida de lo posible, no tengamos que aprender de los tiempos de la Guerra Fría. Y eso se lo digo sobre todo a Rusia, que ya hizo pública su intención de rearmarse con al menos 40 de los misiles de largo alcance más modernos, así como fortalecer el desarrollo y la investigación. Creo que también sería poco inteligente de nuestra parte entrar en una discusión retórica que repita el modelo de la Guerra Fría. Espero que lo consigamos. Independientemente de ello, es necesario dar muestras a nuestros aliados del este de Europa, de que cuentan con la protección de la OTAN. Por eso participamos en el fortalecimiento de la capacidad y efectividad en defensa en los países bálticos. Por ejemplo, con las patrullas aéreas o controles marítimos. Son señales importantes para que los Estados confíen en la protección que la OTAN les ofrece.

Europa discute acerca de las cuotas de reparto de refugiados. Hungría no quiere implementar siquiera lo que la legislación europea regula en torno al trato a los refugiados. Sobre las dificultades de Grecia con la eurozona hablamos desde hace semanas; los separatismos británicos marcan también la visita de la reina. ¿Asistimos a los primeros síntomas de una disolución de la UE?

Espero que no se trate de un síntoma de disolución, pero las cosas que usted enumera apuntan hacia una crisis en Europa que es mayor que aquella denominada "Grecia". Ciertamente tenemos la obligación y la responsabilidad de contrarrestar las tendencias erosivas. Por eso fue correcto y bueno que la Comisión Europea le indicara a Hungría que sellar sus fronteras con Serbia y no tomar parte en el repartimiento de refugiados sería una violación de los acuerdos europeos. Parece que tal indicación no está libre de consecuencias para Hungría y que hay la disposición de considerar las más diversas medidas.

Una pregunta sobre otro tema completamente diferente. Usted, como jefe de la cancillería fue responsable de los servicios secretos alemanes. Ahora ha trascendido que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense habría espiado a tres presidentes franceses. ¿Cree que esto es probable, le sorprende?

Precisamente ayer por la tarde me encontraba con mi colega francés Laurent Fabius cuando las agencias dieron la noticia. Y por supuesto esto ha causado indignación en Francia, como en el resto del mundo. No puedo juzgar si esta información es verdadera. En Alemania, el parlamento decidió crear una comisión de investigación propia. Pero hay que dejar a los franceses que sean ellos quienes decidan sobre el esclarecimiento de estas acusaciones y sucesos. Si fuera cierto, es algo que no facilitaría las relaciones franco-estadounidenses.

Pero no le sorprendería...

¿Sorprenderme? En los últimos tiempos en Alemania hemos tenido bastantes noticias sobre las actividades de los servicios secretos, sobre cosas que tampoco se conocían mucho en Alemania. Por lo tanto, estábamos preparados. Pero creo que esto también ha desatado y dejará una gran indignación en Francia.

Esta entrevista fue realizada por Dagmar Engel, directora de los estudios informativos de Deutsche Welle en Berlín.