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Europa y Alemania rindieron tributo a Kohl

1 de julio de 2017

Este 1 de julio, Alemania y Europa despidieron al excanciller Helmut Kohl, impulsor de la unificación nacional y continental, con una extensa ronda de homenajes salpicada por los disensos que marcaron su vida privada.

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Speyer Dom Trauerfeierlichkeiten für Altkanzler Kohl
Imagen: Getty Images/AFP/T. Schwarz

Las banderas ondeaban a media asta en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, mientras soldados alemanes colocaban en el centro de la sala plenaria el ataúd cubierto con la enseña azul de la Unión Europea que impulsó el difunto ex canciller alemán Helmut Kohl. La orquesta de la Universidad de Estrasburgo entonó la marcha fúnebre de Georg Friedrich Händel para dar comienzo al primer funeral de Estado europeo al líder germano, fallecido el 16 de junio a los 87 años.

Alemania se despide de Helmut Kohl

Mandatarios y ex mandatarios del continente y del mundo se dieron cita para honrar la memoria de quien fue el artífice de la reunificación de Alemania en 1990 y promovió la unidad de Europa para asegurar una convivencia pacífica, consciente del sufrimiento causado por Alemania al Viejo Continente. Su viuda y segunda esposa, Maike Richter-Kohl, se sentó flanqueada por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el titular del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Honores en Estrasburgo y Ludwigshafen

Cerca de ella estaba también el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani. La canciller alemana, Angela Merkel, tuvo a su lado al presidente francés, Emmanuel Macron, y al ex jefe de Estado norteamericano Bill Clinton. Al adiós recibido por la mañana en Estrasburgo de líderes en ejercicio y aliados durante sus 16 años en el poder –como el español Felipe González– siguió el regreso del féretro a casa, para la despedida entre los suyos. El féretro de Kohl fue trasladado en helicóptero desde Estrasburgo hasta Ludwigshafen.

Tras recorrer en un auto fúnebre las calles de su ciudad natal, el féretro fue transportado en barco por aguas del Rin hasta Espira, para proceder a un réquiem en su catedral. Al acto asistió la plana mayor de política alemana, encabezada por Merkel y el presidente, Frank-Walter Steinmeier, entre unos mil invitados, entre ellos exmiembros de los Gobiernos que lideró Kohl entre 1982 y 1998, el propio Clinton y otras presencias destacadas del funeral en Estrasburgo.

Inhumación en Espira

Alrededor de un millar de ciudadanos –menos de los 3.500 que se esperaban– siguieron el oficio ante la catedral, donde se había instalado una pantalla gigante. Ludwigshafen fue el lugar donde Kohl tuvo su domicilio familiar, mientras que Espira fue su refugio espiritual en sus tiempos de estudiante, en la vecina Heidelberg, y el lugar adonde solía llevar a sus visitas de Estado más destacadas. En Ludwigshafen vivió junto a sus dos esposas, Hannelore, la primera, y Maike Kohl-Richter.

Tras una ceremonia militar, los restos mortales de Kohl serán inhumados en un cementerio cercano a la catedral de Espira, en un círculo íntimo, y no en la tumba familiar en Ludwigshafen junto a su primera mujer, Hannelore. Los hijos de Kohl, Walter y Peter, fueron los grandes ausentes de la despedida del estadista. Las rencillas familiares en casa de los Kohl no son nuevas y se hicieron patentes cuando el hijo mayor, Walter, declaró ante la prensa que se había enterado de la muerte de su padre a través de la radio. Los hijos de Kohl acusan a la segunda mujer de haber aislado al padre de su familia y de su entorno más cercano.

ERC ( dpa / EFE )