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Ferdinand Marcos honrado como "héroe", pese a protestas

19 de noviembre de 2016

Más de 2.000 seguidores del exdictador filipino, Ferdinand Marcos, ahora enterrado en el Cementerio de los Héroes en Manila, llegaron desde el norte del país para honrarlo.

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Philippinen Ex-Diktator Marcos auf Heldenfriedhof beigesetzt
Imagen: picture alliance/AP Photo/B. Marquez

A primeras horas de este sábado (19.11.2016), una hilera de 50 autobuses y 40 vehículos privados arribaron al camposanto con, según los organizadores, unos 2.200 partidarios del exdictador procedentes de la provincia de Ilocos Norte, donde hasta el viernes descansaba el cuerpo embalsamado de Marcos.

Vestida de negro, la viuda de Marcos, Imelda, agradeció a los seguidores y oficiales locales que viajaron desde la provincia natal de Marcos para rendirle tributo. Según Imelda, ellos le dieron fuerza durante los últimos 30 años, para conseguir el sepelio de Marcos en el camposanto nacional, reservado a expresidentes, soldados y artistas nacionales.

Imelda Marcos: "sé que aún vamos a enfrentar muchas críticas."
Imelda Marcos: "sé que aún vamos a enfrentar muchas críticas."Imagen: picture alliance/dpa/F.-R. Malasig

"Sé que Ferdinand va a descansar por aquí, en el Cementerio de los Héroes", aseguró Imelda frente a su tumba, "pero sé que aún vamos a enfrentar muchas críticas", agregó. Sus hijos, la gobernadora de Ilocos Norte, Imee Marcos, y el senador Ferdinand "Bongbong" Marcos Jr. también agradecieron y se disculparon por el secretismo que rodeó al sepelio, por temor a las reacciones de los opositores de Marcos.

"Estoy feliz por estar aquí con Marcos y haber logrado este reconocimiento por el que hemos luchado", declaró al portal de noticias Rappler la voluntaria, Rey Bagasol. Entre fuertes medidas de seguridad, a la entrada del cementerio, los adeptos portaban pegatinas con el lema: "un país, un espíritu. Gracias jefe".

Apoyo de Duterte

El entierro de Marcos, responsable durante sus más de dos décadas de mandato de la muerte, tortura y detención ilegal de 100.000 filipinos, tuvo lugar el viernes en medio del secretismo oficial y protestas de las víctimas de su régimen. La ceremonia militar privada no se anunció públicamente hasta una hora antes de las exequias, a las que acudieron parte de la familia Marcos, mientras se impidió el paso a la prensa.

Hace diez días, el Tribunal Supremo autorizó el entierro de Marcos en el Cementerio de los Héroes al desestimar las demandas de los opositores. El secretismo y el carácter repentino del sepelio han contribuido a la indignación de miles de filipinos, que se concentraron este viernes en varios puntos del país con carteles de protesta.

Miles de activistas pro-democracia se manifestsaron este viernes en Manila y aseguraron que el debate de décadas por el sitio final de reposo de Marcos no ha terminado, que planean continuar con las protestas en los días y semanas que siguen. Pero el actual mandatario, Rodrigo Duterte, quien dio su visto bueno al sepelio hace tres meses, alegando que era un derecho de Marcos como expresidente y soldado, ha llamado a la calma.

Mientras un abogado ha hablado incluso de pedir a la Corte Suprema la exhumación del cadaver recién sepultado, Duterte –que atiende la Cumbre Asia.Pacífico, en Lima, Perú−  declaró, a través de su vocero, que espera que "ambas partes ejerzan la máxima tolerancia y el entierro sea aceptado".

Unos 2.200 partidarios del exdictador llegaron a rendirle tributo a Ferdinand Marcos, procedentes de Ilocos Norte.
Unos 2.200 partidarios del exdictador llegaron a rendirle tributo, según los organizadores, procedentes de Ilocos Norte.Imagen: picture alliance/AP Photo/B. Marquez

Indignación por entierro repentino e "ilegal”

Decenas de figuras destacadas de la política filipina han mostrado también su indignación por el entierro, que consideran ilegal al no haberse cumplido el plazo estipulado de 15 días para considerar la decisión del Tribunal Supremo firme y final. "Obviamente han desobedecido la ley, ya que la decisión no es final ni se puede ejecutar hasta 15 días después de la resolución", afirmó en un comunicado la vicepresidenta de Filipinas, Leni Robredo.

"Marcos era un ladrón, un asesino y un dictador", aseveró Robredo, "perturbada" por el hecho de que el entierro sucediera "en coordinación con las Fuerza Armadas de Filipinas y la Policía Nacional, que demuestran que el proceso judicial ha sido totalmente ignorado". La vicepresidenta pertenece a un partido político distinto al presidente del país, Rodrigo Duterte, que apoyó durante la campaña electoral el traslado del cuerpo del exdictador.

Marcos fue depuesto en febrero de 1986, tras una protesta pacífica, después de haber gobernado Filipinas con puño de hierro durante más de dos décadas, y murió durante su exilio en Hawai tres años después. Desde que el cadáver de Marcos volviera a Filipinas en 1993, la familia del exdictador ha pedido su sepultura en el Cementerio de los Héroes, en el sur de Manila, pero hasta ahora habían sido ignorados por otros mandatarios filipinos.

La poderosa familia Marcos niega hasta hoy cualquier falta que se achaque al exmandatario. Tras su retorno del exilio, en 1991, Imelda Marcos y dos de sus hijos se han postulado a cargos públicos con impresionantes resultados electorales. Así, por ejemplo, Ferdinand Marcos Jr. se postuló en mayo como vicepresidente y perdió por estrecho margen frente a Robredo.

RML (efe, ap)