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Final alemana en la Liga de Campeones

1 de mayo de 2013

El Bayern Múnich goleó al Barcelona por 3-0, en el Camp Nou. Los bávaros se enfrentarán así el 25 de mayo en el estadio londinense de Wembley al Borussia Dortmund, que el martes dejó atrás al Real Madrid.

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FC Bayern Múnich en Barcelona.
FC Bayern Múnich en Barcelona.Imagen: Lluis Gene/AFP/Getty Images

Será la cuarta final entre dos equipos de la misma nacionalidad y la tercera del Bayern Múnich en las cuatro últimas ediciones de la Liga de Campeones.

El Barcelona perdió las semifinales por un global de 7-0, contando el 4-0 de la ida. La hinchada del Barcelona acudió en masa al Camp Nou en su sueño de remontada, que se desvaneció antes de comenzar el encuentro: Lionel Messi no estaba en el once inicial.

El Bayern Múnich se presentó en el Camp Nou con todo su poderío, propio del favorito a ganar la Liga de Campeones. Lejos de especular con el 4-0 de la ida, salió a presionar al rival, a buscarlo a su área, mostrando sin reservas su extraordinario despliegue físico.

La primera parte fue vertiginosa por el ritmo de los dos equipos, aunque los arqueros apenas intervinieron. En este escenario, y sin la amenazante presencia de Messi, el Bayern Múnich ya se sintió ganador cuando se marchó al descanso.

Y ese sentimiento lo acrecentó al comienzo de la segunda mitad, cuando marcó el primero. El lateral austríaco David Alaba realizó un magnífico cambio de juego hacia la banda derecha, desde donde arrancó Robben. El extremo holandés orientó su carrera hacia su pierna zurda y realizó un disparo brutal que entró como un obús.

Entonces los hinchas del Barcelona comenzaron a abandonar progresivamente el estadio, pues preveían una segunda parte muy larga para sus colores. Con todo a favor y con un rival persiguiendo sombras, el Bayern Múnich movió el balón a su antojo.

Otra noche cruel para el fútbol español

El técnico del Barcela, Tito Vilanova, no sólo pareció dar por perdida la eliminatoria, sino también el partido. Así se dedujo al quitar del campo a Xavi e Iniesta. Mientras, Messi siguió viendo el partido desde la primera fila del banquillo, aunque sin morderse las uñas como en otras ocasiones.

El segundo tanto apareció a los 72 minutos, con la progresión de Ribery por la izquierda, su pase atrás y el autogol de Piqué entre el silencio de la hinchada local y la fiesta visitante. Y cuatro minutos después llegó el tercero, con una nueva maravilla de Ribéry. El francés volvió a entrar como un cuchillo por la banda de Alves, centró al palo alejado y Thomas Müller marcó de cabeza. Ahí pisó el freno el conjunto de Jupp Heynckes.

Fue una noche muy dura, casi cruel, para el Barcelona, que quedó fuera de la Liga de Campeones por un resultado global de 7-0. Todo un golpe para un equipo que no hace mucho se exhibía en el continente. Un margen extraordinario para unas semifinales de la Liga de Campeones, en la que el conjunto azulgrana se vio arrollado.

El cambio de guardia en el fútbol europeo quedó constatado esta semana con el pase de los dos equipos alemanes a la final. Ahora el Bayern Múnich es el gran favorito al título, y más después de arrollar de esta manera a un Barcelona aturdido. Hace una semana con Messi y ahora sin él.

JOV (dpa, Reuters)