Consenso en Londres

Braunschweiger Zeitung de Braunschweig: Los acontecimientos de Gran Bretaña arrojan luz sobre la llamada sociedad del bienestar, en la que el consenso social acaba derretido como una fina capa de hielo por su triste falta de contenido y el egoísmo salvaje. Si hubiera mayores índices de desempleo, las consecuencias serían desastrosas. No existen fórmulas mágicas; tan solo cabe mantener la perspectiva de los ideales democráticos. Con responsabilidad e intuición, con tacto y compasión, de forma respetuosa y pacífica."

Unanimidad y firmeza frente a la violencia

Corriere della Sera, de Italia: “Por un lado, sensibilidad socio-política. Por otro, tolerancia cero. Entre ambos extremos se mueve David Cameron, que admite demoras y fallos en la actuación contra lo que él mismo califica como “actos criminales, que nada tienen que ver con la protesta política”. Desde ahora, las fuerzas de seguridad estarán muy presentes en zonas determinadas. El mal extremo se combate con el antídoto más poderoso. A pesar de sus duras palabras, Cameron tiene vía libre por parte de los laboristas. Tras cuatro jornadas de violencia, las instituciones políticas británicas se han consolidado aún más. La tormenta parece haber amainado."

Contra la violencia, represión firme

Der Standard, de Viena: "Cameron tiene razón al esperar más de una policía que se ha vuelto cómoda. Los guardianes del orden critican públicamente que incluso la utilización del ejército no es el camino adecuado. Los agentes necesitan el apoyo de los políticos para hacer valer su monopolio del uso de la fuerza, no les vale con cañones de agua. Al mismo tiempo, los ciudadanos deben recobrar la sensación de que las ovejas negras entre los uniformados no quedan impunes. Esto vale tanto para la corrompida prensa amarillista como para los que disparan precipitadamente”

Las consecuencias politicas de la violencia

Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Frácnfort del Meno: "Cameron quizá salga incluso reforzado tras los disturbios. Para alegría de su partido y tranquilidad de la gente, ha aparecido como férreo guardian de la ley y el orden. Además se ha confirmado su tesis de que algo falla en Gran Bretania. La reunión extraordinaria de la Cámara Baja ha puesto de manifiesto que el Gobierno tendrá difícil recortar la seguridad interna tras los últimos acontecimientos. La reacción de la oposición muestra la huella que ha dejado la violencia en los partidos. Los laboristas se muestran firmemente en contra de los recortes en seguridad, alineándose de esta manera con sus votantes. Quieren policías, no trabajadores sociales de uniforme.

MS/AFP/DPA
Editora: Emilia Rojas