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Gobierno catalán firma compromiso de celebrar referéndum

21 de abril de 2017

Cataluña firmó manifiesto en el que asume su compromiso de "organizar, convocar y celebrar" referéndum de independencia.

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Barcelona Spanien Katalonien Flagge
Imagen: picture-alliance/dpa/J. T. Werner

El Gobierno regional de Cataluña firmó hoy un manifiesto en el que asume el compromiso de "organizar, convocar y celebrar" un referéndum sobre la independencia de la región, rechazado de plano por el Ejecutivo español de Mariano Rajoy.

El gesto llega tras unas semanas marcadas por ciertas desavenencias entre los dos partidos que integran el Gobierno catalán, el PDeCAT y ERC, a la hora de concebir y organizar la hipotética consulta.

"No la hacemos a dos o a cuatro manos. Son muchas manos las que lo organizarán, convocarán y celebrarán", dijo hoy el presidente del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont (PDeCAT) "Juramos conjuntamente que haremos todo lo que nos corresponde", añadió su "número dos", Oriol Junqueras (ERC).

Fue precisamente Junqueras quien hace unos días sugirió la idea de proclamar la independencia de forma unilateral en Cataluña en caso de que el referéndum no pudiera celebrarse en la región, lo que no gustó a su socio de Gobierno.

El Ejecutivo catalán pretende que la consulta tenga lugar antes de octubre, pero el Gobierno español de Rajoy ha advertido en varias ocasiones que hará todo lo que esté en su mano para frenarla. 

Un referéndum unilateral es ilegal", zanjó hoy en Madrid su portavoz, Íñigo Méndez de Vigo. 

En el manifiesto firmado hoy por el Gobierno catalán se destaca que la región española se encuentra en una "encrucijada histórica" en la que chocan la voluntad institucional y social de organizar un referéndum y la oposición del Gobierno español al mismo.

El pulso independentista de Cataluña, una de las regiones más ricas y pobladas de España, ha ido escalando desde que en 2010 el Constitucional español decidió anular algunos puntos del nuevo Estatuto de Autonomía catalán, una suerte de Constitución regional. El reclamo de una independencia del resto de España fue ganando peso político desde entonces y se centró sobre todo en el intento de celebrar un referéndum soberanista en la región, de 7,5 millones de habitantes.