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Gran Bretaña obligada a publicar reportes de unidad caza-ovnis

José Ospina Valencia / Agencias8 de enero de 2008

Los “secretos” que desvelará el Gobierno británico son esperados con la ansiedad que despierta un regalo anunciado. Documentos hablarían de la existencia de “ciertos objetos voladores no identificados”.

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Un ovni fotografiado en Coniston, Gran Bretaña el 15 de febrero de 1954.Imagen: picture-alliance/dpa

Los documentos han sido guardados tan celosamente como la lista de las propiedades terrenales de la Iglesia católica en los anaqueles del Vaticano. Así que los que siempre han estado convencidos de que sobre nuestras cabezas vuelan objetos de mundos extraterrestres, tienen ahora una excelente oportunidad de cerciorarse de que lo más desconocido que cruza el espacio aéreo internacional son los gansos siberianos en viaje de ida y vuelta a África, los que además, con cada temporada, aumentan las probabilidades de que porten los virus que transmiten la gripe aviar.

Quienes, a pesar de esta realidad, no se dejan destruir el sueño de que los terrícolas no somos los únicos en el “multiverso”, las revelaciones londinenses alimentarán, muy probablemente, la curiosidad de saber todos los detalles que prometen ser “coloridos” y muy, pero muy “extraños”.

Unidad oficial de cazadores de ovnis

El departamento DI 55 del Archivo Nacional de Gran Bretaña se ha mantenido tan en secreto, que los Gobiernos de turno siempre se apresuraban a desmentir hasta su existencia. El ministerio británico de Defensa aventuró hasta 2006 el reconocimiento de la existencia de una especie de “unidad de cazadores de ovnis”.

Pero la prometida publicación no se da por un acto de sinceridad del Gobierno de Brown. Fueron las muchas solicitudes de científicos, quienes amparados en la Ley de Libertad de Información, (The Freedom of Information Act), obligaron a las autoridades a acceder a la apertura de dichos archivos.

En pocas semanas se espera entonces que Gran Bretaña siga el ejemplo de Francia y ponga al descubierto los resultados del trabajo de toda una unidad de funcionarios dedicados a identificar lo aún no identificado.

Los radares captaron una extraña señal

Si nos atenemos al diario The Observer, todos los cerca de siete mil reportes escritos por la unidad de cazadores de objetos voladores no identificados serán publicados. Entre éstos se encontraría la historia del avión bombardero “Volcán” que sobrevolando el Golfo de Vizcaya, el 26 de mayo de 1977, “fue perseguido por un misterioso objeto”.

Los cinco tripulantes del mencionado aparato coincidieron en la declaración en que “su avión fue perseguido por un objeto que iluminaba”. Pero lo asombroso no termina ahí. Del ovni que acechaba al bombardero, se habría desprendido otro objeto que, a enormes velocidades, se habría dirigido en vuelo vertical, al “cielo”. La sorpresa es aún mayor si se tiene en cuenta que ya el caza se encontraba a 13.000 metros de altura. Las grabaciones registradas por la Royal Air Force, confirmaron el hecho: “los radares captaron una fuerte señal emanada por el ovni”, afirma el reporte oficial.

¿Qué pasó en el Bosque de Rendlesham?

Otro caso insólito confirma las esperanzas o temores de quienes creen en la existencia de seres extraterrestres, para bien o para mal de la humanidad. Justamente en la primera parte de los documentos que habrán de publicarse pronto, se encuentra el caso del Bosque de Rendlesham, en Gran Bretaña.

Terminaba el año 1980 cuando varias personas observaron el aterrizaje de un ovni en el Bosque de Rendlesham, en la localidad de Suffolk, en el Este de Inglaterra. Pero como en el caso del presunto aterrizaje de extraterrestres en Roswell, en el desierto estadounidense de Nuevo México, los incidentes del caso Rendlesham siempre han estado rodeados de dudas. Los supuestos rayos vistos por miembros de la Fuerza Aérea Británica, habrían sido reflejos de un faro de automóvil de un colega que comía chorizos en su auto.

Estos y muchos otros casos prometen una verdadera tormenta de clicks en la página virtual del archivo que abrirá sus misteriosas carpetas. El aura de dudas que ronda a los ovnis se parece mucho al que ronda las brujas: nadie las ha visto, pero de que las hay las hay. ¡Vaya espacio en el que la razón no tiene cabida! Todo sea por la diversión que, al fin y al cabo, también es buena para la salud mental.