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Heiner Geißler: reformador e inconformista

Jens Thurau
12 de septiembre de 2017

Un político de los que ya no hay, así fue Heiner Geißler. Un conservador y al mismo tiempo un rebelde, un reformador y un provocador. Al fin de sus días, se convirtió en un crítico de la globalización.

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Heiner Geißler con su libro "¿Qué diría hoy Lutero?".
Heiner Geißler con su libro "¿Qué diría hoy Lutero?". Imagen: picture-alliance/dpa/H. Ossinger

¿Cómo se llama el actual secretario general de la Unión Demócrata Cristiana? En Alemania, hay que estar al día en política para poder responder que es Peter Tauber. Y no pocos, sobre todo los de más edad, piensan en otra persona al escuchar esa pregunta: Heiner Geißler, uno de los secretarios generales más conocidos, más polémicos y, sin duda, más interesantes que jamás haya tenido la CDU. Geißler falleció este martes, 12.09.2017, a los 87 años.

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Adiós al "canciller eterno"

Geißler, un soldado de Helmut Kohl

Durante doce años, desde 1977 hasta 1989, Heiner Geißler fue el espadachín del jefe de la CDU, el canciller Helmut Kohl, un periodo aún no superado. Era capaz de pelear, discutir y provocar como nadie. Vivió en carne propia la llegada al poder de Kohl, en 1982, en la ciudad de Bonn, en medio de los movimientos pacifistas que luchaban por el desarme en Europa Occidental y Oriental y que atrajo a millones de jóvenes en la República Federal de Alemania. Y que, desde el punto de vista de los conservadores, solo estaban haciendo lo que quería Moscú. Eso culminó con el famoso discurso de Geißler en el Bundestag, en el verano de 1983, en el que, dirigiéndose a los socialdemócratas, a los movimientos pacifistas de izquierda y al recientemente formado partido Los Verdes, dijo que "fue el pacifismo de los años 30 el que hizo posible que existiera Auschwitz”. ¿Los pacifistas ayudaron a los fascistas? Su frase causó un escándalo mayúsculo que recorrió toda Alemania. Ese tipo de debate ideológico es hoy impensable.

No fue un ideólogo conservador

A todo esto, Geißler no era en absoluto un ideólogo conservador, sino lo contrario. Fue a una escuela jesuita, e influido por eso, reinventó totalmente, junto con otros miembros ilustres del partido, la política social de la CDU. De tal modo que pudo poner en práctica, al menos en parte, esa política en su rol de ministro del Estado federado de Renania-Palatinado y, más tarde, como ministro federal de Juventud y Familia, mientras, paralelamente, se desempeñaba como punta de lanza de Helmut Kohl frente a la oposición. Eso tampoco sería posible hoy en día. Como ministro federal de Familia, Geißler fue responsable de implementar el salario familiar por crianza de los hijos, la licencia por crianza, así como del reconocimiento del tiempo que los padres dedicaron a la crianza de los hijos para su futura jubilación. Geißler fue un espíritu renovador que se alejaba poco a poco de su canciller y jefe de partido por las vacilaciones de este ante las reformas.

Levantamiento contra el patriarcado

Así fue cómo Geißler pasó a ser, en septiembre de 1989, durante el legendario congreso de la CDU en Bremen, uno de los rebeldes del partido que quería derrocar a Helmut Kohl, y que fracasó estrepitosamente. El entonces vicecanciller, Lothar Späth, también estaba entre ellos, así como Kurt Biedenkopf, que fue más tarde primer ministro del Estado de Sajonia. Späth era candidato para suceder a Kohl, pero este sobrevivió la rebelión. Así, la carrera partidaria de Geißler terminó abruptamente, y Kohl comenzó a perseguirlo con el mismo ahínco que a todos sus oponentes. Todo eso sucedió poco antes de que Helmut Kohl pasara a ser el centro de la atención mundial debido a la caída del Muro de Berlín, luego de lo cual continuó gobernando Alemania durante nueve años más. Pero sin Geißler, el rebelde.

A la vejez, activismo de izquierda

Las posturas de Geißler se desplazaron cada vez más hacia la izquierda, identificándose con activistas que él mismo habría criticado duramente años atrás. En 2007 se unió a la organización Attac, crítica de la globalización. Actuó como mediador en diversos conflictos tarifarios y en el debate sobre el controvertido proyecto ferroviario "Stuttgart 21”.

Aparte de sus actividades políticas, Geißler fue un montañista entusiasta y un apasionado parapentista. En 1992 sufrió un accidente con un parapente que le produjo lesiones en la columna vertebral, pero se recuperó. Su pasión por la política fue heredada por uno de sus tres hijos: Dominik Geißler, quien es portavoz y estrecho colaborador del actual ministro de la cancillería, Peter Altmaier.

Autor: Jens Thurau (CP/ ERS)