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La historia de la única emisora de la oposición húngara es casi un símbolo de la lucha por el poder entre el gobierno y el poder judicial. La autoridad que regula los medios de comunicación trató en varias ocasiones de retirar la frecuencia a "Klubradio" y, por cuarta vez, un juzgado ha dado la razón a la emisora. Los tribunales húngaros rechazaron asimismo la ley que prohibía la mendicidad en la calle o la ley de iglesias aprobada hace un año por el parlamento. Pero el primer ministro conservador Viktor Orbán ha sacado adelante una enmienda constitucional que restringe drásticamente los poderes de los tribunales.