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Sociedad

Berlín: debate sobre gentrificación por inversión noruega

Ben Knight
24 de septiembre de 2020

A los residentes de Berlín les preocupa que el multimillonario promotor inmobiliario Ivar Tollefsen esté comprando miles de apartamentos. Su compañía Heimstaden afirma querer cooperar con los inquilinos.

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Deutschland | Wohnen in Berlin
Imagen: Christoph Soeder/dpa/picture-alliance

Los residentes de Berlín y activistas en contra de la gentrificación se unieron para contrarrestar la amenaza de que un inversor multimillonario compre grandes cantidades de bienes inmuebles en la capital alemana.

Sin dejarse intimidar por el nuevo congelamiento de alquileres impuesto en la ciudad, la empresa sueca Heimstaden Bostad, propiedad del multimillonario noruego Ivar Tollefsen, anunció esta semana que tiene la intención de comprar 130 edificios de Berlín que contienen 3.902 apartamentos, 208 unidades comerciales y 321 plazas de aparcamiento por unos 830 millones de euros.

La indignación fue inmediata en Berlín, una ciudad que se encuentra en una batalla constante con los grandes inversores inmobiliarios, una aguda escasez de viviendas asequibles y alquileres que están creciendo más allá de los recursos de las personas con ingresos medios de la ciudad. Florian Schmidt, concejal de distrito del Partido Verde, dijo al periódico Tagesspiegel que la venta constituía una "situación de crisis", porque empujaba el mercado inmobiliario de la ciudad hacia "grandes inversiones dirigidas por los mercados financieros".

Los inquilinos de algunos de los edificios afectados ya se han unido y han lanzado una campaña en la que piden a las autoridades de los distritos que hagan uso de su "derecho de prioridad", es decir, la opción de permitir que las empresas estatales compren propiedades cuando éstas se pongan a la venta en zonas sometidas a una protección especial.

Pero eso no es tan fácil, como le dijo el concejal de distrito Ephraim Gothe a DW. Dos de los edificios que Heimstaden Bostad quiere comprar están en su distrito de Mitte, pero ninguno de ellos está en las áreas protegidas designadas. El concejal del partido Verde Jochen Biedermann añadió que los resultados de las evaluaciones del derecho de prioridad "apenas se pueden predecir".

Eso, dijo, se debe en parte a que el comprador siempre puede evitar una primera negativa firmando una especie de compromiso de proteger los derechos de los inquilinos y de respetar las reglamentaciones locales. Hasta ahora, Heimstaden se ha negado a firmar tal compromiso, aunque la empresa ha dicho que respetará las protecciones de todos los inquilinos locales.

Una empresa notoria

"Heimstaden tiene una filosofía verde, nunca compramos para revender", dijo el CEO Patrik Hall a DW en un correo electrónico. "Por el contrario, invertimos en nuestras propiedades y las comunidades y queremos trabajar junto con los inquilinos, los políticos y las comunidades ofreciendo casas amigables y sostenibles en el mercado de Berlín".

Pero muchos inquilinos sospechan, a pesar de las garantías de la compañía. "Son solo palabras, no son algo a lo que podamos aferrarnos", dijo Jagna Anderson, de la iniciativa de inquilinos Fünf Häuser ("Cinco casas"), que ya organiza manifestaciones y espera reforzar su alianza con residentes de algunos de los otros edificios afectados. Hasta ahora solo se conocen 16 de las propiedades que Heimstaden pretende comprar en Berlín.

El concejal Gothe entiende las preocupaciones de los inquilinos, sobre todo porque la empresa ha demostrado en el pasado estar muy interesada en las ganancias. "Según nuestra experiencia, cuando un inquilino se muda, Heimstaden renueva inmediatamente el apartamento y lo vende", dijo a DW.

Berlín sigue siendo una buena inversión

En cualquier caso, la venta muestra que las propiedades en Berlín siguen siendo una inversión atractiva, a pesar del gobierno de izquierda de la ciudad y su reciente introducción de una congelación de alquileres por cinco años. Pero la regulación de los alquileres tiene sus limitaciones.

"Claramente los grandes inversores no se disuaden por la congelación de los alquileres ", cuenta Wibke Werner, de la Asociación de Inquilinos de Berlín, a DW. "La idea es que esperan los cinco años para obtener sus beneficios más tarde."

(gg/er)