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Janez Jansa, con viento en contra en el Parlamento Europeo

Barbara Wesel
6 de julio de 2021

Eslovenia asumió la presidencia de la Unión Europea, y el jefe de Gobierno, Janez Jansa, debe defenderse en el Parlamento Europeo de las acusaciones de que reprime la libertad de prensa y al Poder Judicial independiente.

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Janez Jansa, primer ministro de Eslovenia, que asume la presidencia rotativa del Consejo Europeo.
Janez Jansa, primer ministro de Eslovenia, que asume la presidencia rotativa del Consejo Europeo.Imagen: Christian Hartmann/Pool Reuters/AP/dpa

Para sus estándares, el primer ministro esloveno se comportó de manera ejemplar en el Parlamento Europeo. Janez Jansa leyó, en gran parte, los planes de su presidencia rotativa del Consejo Europeo para los próximos seis meses y se abstuvo de arrebatos o de insultos contra sus adversarios políticos. Sin embargo, a sus adversarios no les faltaron críticas, y lo acusaron de restringir la libertad de prensa y de coartar la independencia del Poder Judicial. Ambas partes subrayan que el Estado de derecho es una piedra angular de la UE. Sin embargo, parece haber claras diferencias de interpretación al respecto.

Janez Jansa y la "democracia iliberal"

Cada seis meses, la presidencia de la UE cambia a otro país miembro, el cual, de ese modo, tiene la oportunidad de influir en los procesos políticos de Europa. Algunos países tienen más éxito durante su presidencia. Otros permanecen sin destacarse. Pero para Eslovenia, la tarea parece especialmente difícil.

Y eso se debe principalmente al primer ministro esloveno, Janez Jansa, quien, siguiendo el ejemplo de su amigo Viktor Orbán, en Hungría, no se priva de las provocaciones contra el consenso liberal de la UE occidental. Desde el año pasado se lo acusa de llevar a cabo una creciente campaña contra la libertad de prensa. Por cierto, al igual que su otro gran modelo a seguir, Donald Trump, a Jansa le gusta utilizar Twitter para sus abusos contra el periodismo.

Críticos de la UE: el primer ministro de Hungría, Viktor Orban (izq.), y su homólogo esloveno, Janez Jansa.
Críticos de la UE: el primer ministro de Hungría, Viktor Orban (izq.), y su homólogo esloveno, Janez Jansa.Imagen: Getty Images/AFP/J. Makovec

Cuando, como de costumbre, la Comisión Europea visitó al nuevo presidente del Consejo en su capital, Liubliana, a principios de julio, estalló un escándalo. Jansa se quejó de supuestos jueces y diputados comunistas en su país. Además, se mostró una imagen en la que los abogados incriminados estaban marcados en círculos de color. El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, abandonó indignado el podio. Con frecuencia, al primer ministro esloveno y a sus partidarios les agrada utilizar la acusación de comunismo en contra de sus oponentes políticos.

Críticas desde casi todos los frentes

Cuando Jansa presentó sus planes en el Parlamento Europeo, las críticas -soterradas o explícitas- llegaron desde distintos frentes. Incluso Manfred Weber, presidente de los conservadores moderados del Partido Popular Europeo (PPE), fue al grano después de algunas frases amables: el Estado de derecho es un elemento clave en la UE y no un asunto interno de un Estado miembro. Sobre todo, dijo, Jansa debe nombrar a los dos representantes eslovenos para la Fiscalía Europea lo antes posible para que la nueva autoridad pueda empezar a trabajar.

Este punto le fue echado en cara por casi todos los oradores del pleno. El propio premier esloveno se encargó de que no se nombrara a los candidatos en cuestión, y ha estado retrasando su nombramiento desde entonces. Tras el debate, en la rueda de prensa posterior, Jansa dijo que se ocuparía de ello en otoño. 

Las objeciones más contundentes vinieron de parte de los liberales y los verdes. El diputado neerlandés Malik Azmani dijo que no creía en las garantías de Jansa de que respetaría el Estado de derecho. "No respetan la libertad de los medios de comunicación ni la independencia del Poder Judicial. Hay un olor a corrupción y nepotismo en su gobierno". Y Ska Keller, de los Verdes, criticó que "los exabruptos y las rencillas personales de Jansa contra el Poder Judicial (...) dañan la confianza en que (él) actuará en el mejor interés de la UE".

El jefe de Gobierno esloveno, en cambio, recibió el apoyo de populistas de derecha, como la Liga italiana. No debería sorprenderse por la fría acogida y los ataques, confrontó el eurodiputado Marco Zanni. En la UE debería haber más respeto por las naciones y todas las opiniones políticas deberían ser igualmente válidas, según Zanni.

Hace falta mucha capacidad de negociación para que la UE se comprometa a cumplir objetivos comunes de protección del clima.
Hace falta mucha capacidad de negociación para que la UE se comprometa a cumplir objetivos comunes de protección del clima.Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul

Será difícil avanzar con el programa

Algunas de las prioridades que Jansa nombró en el Parlamento Europeo para el período de su presidencia son indiscutibles, como superar la pandemia y la transformación ecológica y digital en Europa. La próxima semana, la Comisión Europea pondrá sobre la mesa sus propuestas concretas en torno a la política climática. Se necesitará una gran capacidad de negociación para comprometer a los Estados miembros con objetivos comunes.

Pero Janez Jansa probablemente ya ha dañado con sus acciones sus posibilidades como constructor de puentes al cuestionar los valores democráticos desde el principio y no intentar siquiera aclarar el conflicto sobre la Fiscalía Europea.

El respeto al Estado de derecho es "importante para la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas y también un requisito previo para la confianza mutua entre los Estados miembros", subrayó Jansa en el Parlamento Europeo. Sus críticos consideran que esto es solo una fórmula hueca, y exigen que el jefe de Gobierno esloveno se adhiera realmente a los principios democráticos de la UE.

El plan de Jansa también incluye impulsar la ampliación de la UE en los Balcanes Occidentales. Cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, por ejemplo, y la presidenta Ursula von der Leyen hizo hincapié en que la región pertenece a Europa. Sin embargo, los países afectados tienen aún muchas reformas por delante.

"Una vez ladrón, hoy ladrón": protesta contra el jefe de Gobierno Janez Jansa en Liubliana (mayo de 2021).
"Una vez ladrón, hoy ladrón": protesta contra el jefe de Gobierno Janez Jansa en Liubliana (mayo de 2021).Imagen: BORUT ZIVULOVIC/REUTERS

Perspectiva de la UE para Albania y Macedonia del Norte

En concreto, el objetivo es poner en marcha el proceso de adhesión de Albania y Macedonia del Norte en los próximos seis meses. Sin embargo, algunos miembros de la UE -especialmente los franceses y los escandinavos- se oponen. Hay importantes dudas sobre Albania en particular, debido a los problemas con el Estado de derecho y el crimen organizado en ese país. Jansa, por su parte, afirma que es una cuestión estratégica para Europa no dejar atrás a esos países, y el Gobierno alemán, entre otros, está de acuerdo con él.

Pero está por verse si el controvertido presidente del Consejo será capaz de persuadir con éxito a los ciudadanos en esta difícil cuestión. En cualquier caso, ha comenzado su presidencia con el pie izquierdo. Y sus oponentes señalan que su gobierno en minoría se encuentra en un terreno inestable en su país, y que la oposición podría tal vez derribarlo en los próximos seis meses. En cualquier caso, los opositores no suspenderán su lucha contra Jansa y sus políticas a causa de la presidencia del Consejo de la UE.

(ee/cp)

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