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¿Contribuye Trump con su decisión a la paz en la región?

Volker Wagener
6 de diciembre de 2017

Con la decisión de EE. UU. de reubicar su embajada en Jerusalén, la región puede estar ante su tercera Intifada, opina en entrevista Rudolf Dreßler, antiguo embajador alemán en Tel Aviv .

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Jerusalem Felsendom Stadtansicht
Imagen: picture-alliance/AP/O. Balilty

DW: Señor Dreßler, el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de Estados Unidos fue aprobado en 1995 por el Congreso. ¿Cuáles fueron los motivos para postergar dicha decisión? 

Rudolf Dreßler: Todos los presidentes estadounidenses de todos los partidos suspendieron entonces cada seis meses dicha resolución, porque la decisión de Jerusalén como lugar para ubicar la embajada de Estados Unidos no encontraba aceptación ni por parte de los Estados árabes ni tampoco por parte de la Unión Europea. Siempre hemos recalcado que sería un recrudecimiento de la situación comparable a cabalgar sobre una ojilla de afeitar, y eso es lo que ha hecho precisamente ahora Donald Trump en el marco de su ignorancia al desoír a toda la comunidad internacional. Trump ha dicho: hago lo que quiero, al igual que de jefe con mis empresas.

 

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Desde los años 70, existe el consenso internacional de tratar la solución al conflicto de Jerusalén como un tabú. ¿Qué puede resultar ahora del alejamiento de dicha decisión global?

Supongo que tiene que ver con la naturaleza de Trump. No es la primera decisión que ha tomado en este tipo de cuestiones. Lo peor es que el gobierno estadounidense ya no cuenta como factor estabilizador ni socio internacional para llevar a cabo negociaciones de paz debido a su partidismo unilateral por el traslado de la embajada. Es realmente lo peor del caso. Estados Unidos está descartado y ahora las miradas se dirigen exclusivamente hacia Rusia, China y la Unión Europea.

Rudolf Dreßler.
Rudolf Dreßler, antiguo embajador de Alemania en Israel.Imagen: picture-alliance/ZB/K. Schindler

Usted fue el embajador de Alemania en Israel. ¿Pensó alguna vez que sería posible que el gobierno de Estados Unidos aplicase la resolución del Congreso?

No, no pensaba que fuera posible, porque quien haya dedicado tiempo a este asunto sabe que dicha aplicación no es una base sólida para el conflicto en sí, para abordar de nuevo las negociaciones. También porque los conflictos serían tan grandes que no se podría excluir la posibilidad de que hubiese una tercera Intifada. Si  recapacitamos sobre el porqué de la segunda Intifada, que fue por la visita del entonces presidente Ariel Sharon al Monte del Templo, reconoceríamos aspectos similares. No en términos de violencia, pero la ideología y el hecho de enviar una señal que indica ser partidario de un solo bando, también en este conflicto religioso, son muy peligrosos.

Alemania es un aliado de Estados Unidos. Como todos los representantes extranjeros, la Embajada alemana está ubicada en Tel Aviv. ¿Cómo es la postura de Alemania al respecto?

Decidiremos la cuestión de la ubicación de la embajada cuando haya un acuerdo de paz  para ambas partes, Jerusalén Este y Oeste, basado en el consenso entre israelíes y palestinos. Entonces ya tomaríamos estas consideraciones en cuenta, pero no es ahora el caso y creo que estamos más alejados que antes de dicho paso.

¿Hubo en algún momento otra postura en Alemania con respecto a la cuestión de Jerusalén?

No que yo sepa.

No solo el mundo árabe y musulmán está indignado por dicha decisión. ¿Qué significa la unilateralidad por parte de Estados Unidos a favor de Israel para el proceso de paz en la región?

Significa que Estados Unidos se retira de su papel como garante confidencial de un occidente marcado por el militarismo. Es un mensaje político, que también formuló el Ministro de Exteriores alemán y que significa que en este conflicto no buscamos nuevas vías para comenzar negociaciones de paz, sino vías para evitar que se vuelva a producir la violencia. Es decir, no se trata de retomar negociaciones de paz, sino evitar nuevos episodios de violencia. Es lo que ha desencadenado la decisión de Trump.

¿Qué va a suponer para la política alemana exterior?

No lo sabe nadie, pero si tuviese lugar violencia o una tercera Intifada, Alemania y la UE ser verían confrontadas con un gran problema. Tenemos que repensar cuál debe ser nuestro papel, dentro de la UE, con respecto a la política de Trump y Benjamín Netayahu en Israel. La posibilidad de retomar negociaciones de paz es por el momento reducida, no tendrá lugar. Tenemos que recapacitar sobre cómo podemos contribuir a que Israel se vuelva a sentar a la mesa de negociaciones.

Rudolf Dreßler (77) fue durante muchos años experto social del partido SPD en el Parlamento alemán. De 2000 a 2005 fue embajador alemán en Tel Aviv.

Volker Wagener (RMR/ELM)