Al contrario que la mayoría de las islas griegas, Cos aún no ha sido víctima del turismo de masas. Debido a que es uno de los pocos lugares que quedan donde se practica un turismo sostenible, no hay hoteles y las edificaciones conservan su carácter rural. Situada apenas a cinco kilómetros de Turquía, Cos es un paraíso de playas vírgenes. No en vano la llaman la perla del mar Egeo.