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La Izquierda quiere crecer

Jefferson Chase (pk)8 de septiembre de 2007

El nuevo partido político alemán La Izquierda tiene ya más de 60.000 afiliados, sobre todo en la ex RDA. DW-WORLD preguntó a miembros de base en Berlín cómo piensan ganar apoyo también en el oeste del país.

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Manifestación de La Izquierda: posiciones intransigentes.Imagen: AP

En una fría tarde de agosto, Klemens Domning y Kaspar Scholemann fuman delante de una escuela y esperan que la próxima discusión sea provechosa. El tema es la presencia de la Bundeswehr (FF. AA. Alemanas) en Afganistán. El acto político tiene lugar en el distrito de Wedding, en la ex Berlín Occidental, donde La Izquierda quiere aumentar su influencia.

"El objetivo es ganar más simpatizantes en la ex Alemania Occidental”, dice Scholemann, estudiante, de 27 años. “No obstante, existen diferencias internas en cuanto a qué problemas debemos tematizar. Hay quien se inclinan por la ecología, pero otros piensan que debemos defender sobre todo el Estado social.”

Quo vadis?

Luego de los últimos éxitos en las elecciones nacionales y en algunos Estados, una cuestión esencial para La Izquierda, conocida por sus posiciones intransigentes, es si el partido es capaz de realizar compromisos para poder acceder a formar parte del Gobierno federal.

"Hay que hacer compromisos y ser pragmático”, dice Domning, un periodista free lancer de unos 50 años de edad. “Pero no hay por qué venderse demasiado barato. Hay que defender los propios principios y aprender a decir no”, agrega.

"No hay que estar en el poder para impulsar las propias reivindicaciones”, agrega Scholemann. Y agrega: “Yo creo que formar una coalición con los socialdemócratas va a ser muy difícil, debido a su política de recortes en el sistema social. Por eso pienso que La Izquierda va a permanecer en la oposición por algún tiempo a nivel federal”.

¿Una nueva forma de esclavitud?

En una sala de la escuela, unas 50 personas escuchan lo que dicen los tres participantes en el debate, que creen que la misión de la Bundeswehr en Afganistán no tiene perspectiva alguna y que además es contraproductiva. Esa posición es diametralmente opuesta a la de los socialdemócratas. También va a contrapelo de la política socialdemócrata la insistencia de La Izquierda en dar marcha atrás en las reformas realizadas al sistema de asistencia social, comenzadas por el canciller Gerhard Schröder y continuadas por la actual coalición de Gobierno.

Esos recortes, dice La Izquierda, han desquiciado la seguridad social en Alemania. “Yo quiero que en la era de la globalización, en que los sueldos son escandalosamente bajos, retornemos a la justicia social”, dice Domning. “De lo contrario se trata de una nueva forma de esclavitud”, agrega.

"El Estado debe asumir nuevamente un papel activo y dejar de hacer caso a lo que dicen los grupos de presión”, continúa opinando Domning, y “nosotros queremos que las capas de población desfavorecidas puedan beneficiarse nuevamente de la riqueza social.”

Los conservadores se benefician

Para la mayoría de los alemanes occidentales, La Izquierda continúa siendo un partido de los alemanes del este, frustrados por las consecuencias del colapso del comunismo. Pero también se especula con que La Izquierda pueda quizás reclutar cada vez más capas de población menos favorecidas en la antigua Alemania occidental y le quite así votos a la socialdemocracia.

“La Izquierda mantendrá inalterables sus posiciones políticas y continuará presentándose como la alternativa de izquierda en el debate en relación con el Estado de bienestar social”, dice Oskar Niedermayer, profesor de ciencias políticas de la Universidad Libre de Berlín. Y agrega: “Seguirá tildando a todos los demás partidos políticos de neoliberales”.

Ironías de la política: el ascenso de La Izquierda ha favorecido a los conservadores. “Los conservadores se benefician actualmente de que los socialdemócratas rechazan toda coalición con La Izquierda”, agrega Niedermayer, pero “ello posiblemente cambiará.”

En la sala de la escuela, el público asiente con la cabeza cuando un orador se burla de las declaraciones de un ex ministro socialdemócrata de Defensa que dijo que la misión militar en Afganistán es esencial para la seguridad de Alemania. Aquí nadie piensa en hacer las paces con los socialdemócratas. Y para la base de La Izquierda ésa es la posición correcta.