La temporada de las estrellas fugaces

Siempre en el verano, muchas estrellas fugaces se precipitan sobre la tierra. Estas llevan el nombre de las constelaciones cercanas al lugar del firmamento desde el que caen. En la noche del 12 al 13 de agosto, la mayoría de las Perseidas "caen" de la constelación de Perseo. El pasado 29 de julio fue la máxima fecha de los Acuáridos, de la constelación de Acuario.

Cada año en el verano boreal la noche se ilumina con muchas estrellas fugaces. Se nombran por la constelación cerca de la cual se pueden ver en el cielo. El 28 de julio es el día culminante para las Acuáridas, de la constelación de Acuario. El 12 de agosto cae la mayoría de las Perseidas, de la constelación de Perseo.

Las fechas en que pueden verse las estrellas fugaces son cada año las mismas. El fenómeno se eproduce cuando la Tierra atraviesa un anillo de polvo de cometa.

A continuación, las partículas de polvo entran en nuestra atmosfera y se queman allí. Los meteoros tienen un diámetro de aproximadamente un milímetro a un centímetro. Cuanto más grandes, más iluminan el cielo.

También en el invierno boreal la Tierra cruza anillos de polvo de cometa. Esto ocurre en noviembre y en diciembre. Vuelven a maravillarnos entonces las estrellas fugaces. Primero le corresponde el turno a las Leónidas (clímax el 17 de noviembre), y luego a las Gemínidas (clímax el 14 de diciembre).

Lo más bonito es, por supuesto, observar las estrellas fugaces en una cálida noche de verano bajo un cielo claro. Durante una lluvia de las Perseidas pueden pasar en un minuto unas 100 estrellas fugaces por el cielo.

En invierno también puede haber noches inolvidables llenas de estrellas fugaces. El cielo es por lo general claro y oscurece temprano. En las montañas las condiciones suelen ser perfectas.

Pedir un deseo con los ojos cerrados al ver una estrella fugaz es ya una tradición. Pero recuerde que no se puede revelar el secreto a nadie. En caso contrario, podría no cumplirse. Fabian Schmidt (jov)