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La UE busca un nuevo camino en sus relaciones con Túnez

21 de enero de 2011

Los dramáticos acontecimientos en Túnez han tomado por sorpresa a los europeos, que desde hace tiempo tenían en Zine el Abidine Ben Ali a su mejor aliado en el Mediterráneo.

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Imagen: AP

La Unión Europea (UE) busca ahora con dificultad una nueva orientación en sus relaciones con el país norafricano.

Tras la caída del presidente Ben Ali, los europeos deben volver a posicionarse. Después de haber cooperado con él durante más de diez años, la UE promete ahora ayuda en el cambio democrático. Pero aún no ha especificado cómo.

Una señal concreta de Bruselas es, al menos, la decisión de bloquear los millones de las cuentas de Ben Ali. Según círculos diplomáticos, entre los países comunitarios hay un amplio consenso sobre la necesidad de actuar para evitar que la UE se convierta en un puerto seguro para bienes procedentes del desfalco. Aun así, todavía no hay una resolución final ni una lista con los nombres de los afectados, algo que ya ha hecho Suiza.

Tunecinos más rápidos que Europa

A los europeos, sin embargo, les resulta difícil reaccionar a los rápidos acontecimientos en Túnez. La primera discusión al respecto entre los ministros de Exteriores de los 27 no tendrá lugar hasta su próximo encuentro oficial, que se celebrará el 31 de enero en Bruselas.

Tunesien Sitzung mit Präsident Fouad Mebazaa
Primera sesión de gabinete con el nuevo presidente, Fouad Mebazaa.Imagen: AP

Como ya ha explicado la responsable de política exterior de la UE, Catherine Ashton, se planea un "amplio paquete de medidas" para aplicar cuando la situación se haya estabilizado. Se trata de ideas para el desarrollo económico y social, orientadas sobre todo a los jóvenes, así como para la construcción de estructuras jurídico-estatales. Bruselas ya se ha ofrecido además para ayudar en la organización de las próximas elecciones.

La maniobra política de pasar a apoyar de un día para otro a los enemigos del régimen tunecino ya le ha valido críticas a la UE y sobre todo a Francia, antigua potencia colonial de Túnez. Así, el líder opositor tunecino Mustafá Ben Jaffar ha acusado al presidente galo, Nicolas Sarkozy, de haber primado las relaciones económicas con Túnez sobre la democracia y los derechos humanos.

Los bomberos y las demoras

"No necesitamos bomberos que solo llegan cuando ya es demasiado tarde", afirmó Jaffar en entrevista con dpa. El politólogo francés Michel Camau acusó por su parte a los europeos de "oportunismo virtuoso" desde las páginas de "Le Monde".

Y en efecto, la UE ha cuidado durante años una estrecha relación con el régimen autoritario de Túnez, el primer país con el que Bruselas firmó un acuerdo de asociación, en 1995, al que siguieron nuevos acuerdos para profundizar la cooperación en materia comercial, de seguridad y en la lucha contra la inmigración ilegal.

Bruselas siempre fue consciente del retraso en materia de reformas políticas, pero a muchos les parecía imposible que se produjera una escalada como la de las últimas semanas.

Al menos la jefa la diplomacia europea reclamó libertades y respeto a los derechos humanos cuatro días antes de la caída de Ben Ali. No así otro foro, la Unión del Mediterráneo, pomposamente inaugurada por Sarkozy en 2008 y que aun no dijo ni una palabra al respecto.

dpa
Editor: Pablo Kummetz