La sombra de los ausentes marca la Cumbre de las Américas, así como el boicot de algunos jefes de Estado, en particular, de los de México, Guatemala, Bolivia y Honduras, que no han asistido al encuentro de Los Ángeles. Por su parte, el presidente del país anfitrión, el estadounidense Joe Biden, minimizó la polémica derivada de su decisión de no invitar a Nicaragua, Cuba y Venezuela.