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Las enseñanzas tácticas del Mundial 2018

Stefan Nestler
12 de julio de 2018

El Mundial de Rusia demuestra que tienen éxito aquellos que saben defender y contraatacar, y dominan los tiros libres. Eso no es necesariamente atractivo, pero aún queda algo de esperanza para el “juego bonito”.

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Fußball WM 2018 Kroatien vs England Tor, torjubel
Imagen: Reuters/G. Dukor

El hincha común y silvestre puede dedicarse por completo a saborear las imprescindibles papas fritas. Por lo menos no necesita mayormente de su lengua para expresar exabruptos de euforia. Porque lo que los brasileños llaman con tanta pasión "o jogo bonito” está prácticamente en desuso. Las obras maestras técnicas hay que buscarlas con lupa en este Mundial de Rusia. El delicioso pase de taco de Kylian Mbappés en la semifinal de Francia contra Bélgica fue una excepción. No sorprende que la escena haya tenido tanto éxito en las redes sociales, pese a no haber conducido a un gol.

Portería invicta

Otros genios de la técnica que podrían haber deparado momentos memorables, como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar, abandonaron el torneo con sus equipos antes de lo esperado. Eso resulta bastante sintomático, ya que predominaron las huestes de las defensas y no los jugadores ofensivos.

"Se pudo observar que los equipos, incluyendo a los llamado ‘más pequeños', se entrenaron para hacer una buena figura en la defensa y cerrarles los espacios a los rivales”, dice el profesor Daniel Memmert, director del Instituto de Entrenamiento e Informática Deportiva de la Escuela Superior de Deporte de Colonia. "Con excepción quizás de uno o dos juegos, en los partidos del Mundial imperó la consigna de mantener el propio arco invicto”, subraya.

Poca creatividad

La consecuencia fueron muchos juegos que a lo sumo deleitaron a los amantes de la táctica y que no pudieron satisfacer las expectativas en lo tocante a las artes futbolísticas. "La mayoría de las veces faltó creatividad para romper el cerrojo de las defensas. Si uno utiliza siempre los mismos recursos,  esas armas pierden rápidamente su eficacia”, advierte Memmert. "Prueba de ello es que en el Mundial se marcaron tantos goles a partir de situaciones estándar y no derivadas del juego”.

Se acabó el tiqui-taca

Daniel Memmert Kognitions- und Sportspielforschung Sporthochschule Köln
DAniel Memmert, de la Escuela Superior de Deporte de Colonia.Imagen: Kenny Beele

El 40 por ciento de todos los goles de este Mundial se originó en situaciones en que la pelota estaba detenida, es decir, tiros libres, tiros de esquina, saques o penales. En el Mundial de Brasil, solo fue un 26 por ciento. Por ejemplo, la semifinalista Inglaterra convirtió nueve de sus 12 goles mundialistas a partir de uno de esos casos. Además tuvieron éxito aquellos equipos que, tras una defensa eficaz, pudieron emprender contraataques relámpago.

El tiqui-taca, aquel juego de pases cortos que los españoles habían perfeccionado y que durante años se celebró como el non plus ultra, ha quedado atrás. Los tres equipos que tuvieron la mayor cuota de posesión del balón se despidieron pronto: Alemania en la primera ronda y España y Argentina en los octavos de final.

Juegos variables

El Mundial de Rusia lo puso en evidencia con claridad: quien quiera tener éxito, debe por lo pronto tener una buena defensa. Pero eso es algo que entretanto dominan muchos equipos. Para destacarse, se necesita algo más: "cada vez se vuelve más importante el cambio de ritmo”, dice Memmert. "Los equipos tienen que entrenarse para jugar con más variantes e integrar muchas ideas en su juego, para volverse más impredecibles para el adversario”, opina, agregando: "Aún falta mucho en materia de creatividad”.

Stefan Nestler (er/jov)