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Los planes de Sarkozy: “El Estado siempre ha sido un mal empresario”

DW-WORLD / jov 23 de octubre de 2008

La propuesta del presidente francés Nicolas Sarkozy de emprender nacionalizaciones, aunque sean parciales, del sector bancario y privado, es tratado por los columnistas europeos.

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Nicolas Sarkozy: ¿nacionalismo económico?Imagen: AP

Die Presse, de Viena: “¿Es eso lo que, de verdad, queremos?, ¿Que al Estado le vuelva a pertenecer todo, que se apodere del mercado y que nos mantenga a todos nosotros lejos del mal y del bien? Quien haya aprendido la lección del siglo pasado, tiene que concluir que el Estado siempre ha sido un mal empresario.

Pero tampoco es que signifique que el Estado tenga que apartarse de toda actividad comercial. El Estado debería crear reglas más severas para garantizar la confianza y la seriedad. Estas reglas son las que deben impedir las perversidades de los mercados financieros. Ahí, y sólo ahí, es donde está la tarea del Estado hoy.”

Intervencionismo estatal en sector privado es malo

Hufvustadsbladet, de Helsinki: La crisis financiera está despertando ambiciones nacionalistas. En el caso de los bancos es todavía comprensible que los Estados intervengan y compren partes que, de otra forma, irían a dar a las manos de especuladores.

Pero para el resto de la economía el tipo de nacionalismo que ahora anda propagando Sarkozy sólo frenaría el crecimiento y sería negativo para la producción. A nivel nacional puede que tal intervencionismo se salven algunas plazas de trabajo, pero solo a expensas de otros miembros de la Unión (Europea).

Pesquisas contra banco alemán KfW

Hessische/Niedersächsische Allgemeine, de Kassel, Alemania: “Los daños parecen ser irreparables. Los daños fueron causados cuando el banco alemán KfW giró al banco de inversiones Lehman Brothers varios millones, a pesar de que éste último ya estaba en proceso de bancarrota.

Pero eso hoy ya no tiene mucha importancia. Hoy se trata, sobre todo, de mencionar con nombre propio a los culpables, para que no se pierda el último ápice de prestigio de dicho banco estatal.

Es de temer que si los ejecutivos que aún quedan no pueden probar que no tuvieron parte en la responsabilidad del giro millonario (al Lehmann Brothers), el escándalo se va a expandir.”