Luto en Noruega e inestabilidad en España

“Todo lo que hemos podido recibir desde Noruega es de una tristeza tan enorme que solo el silencio nos da permiso para expresar en lágrimas tanto dolor ante semejante grado de brutalidad de un ser, que con una enorme carga de odio llegó a destruir una sociedad tan respetable como es la de Noruega. Muchas son las preguntas que nos formulamos en medio de este ataque asesino, y en estos días si algo no está ajeno es el miedo, que lógicamente ha sembrado esa terrible sensación de que en algún lugar pueda ocurrir algo similar a lo que hoy viven con tanto dolor los habitantes de Noruega.”

Grace Martin Stienne, Argentina.

“La superioridad moral engendra monstruos. Occidente tiene una tradición de superioridad moral que le llevó en el pasado a abanderar la exportación de su civilización para justificar la colonización de gran parte del mundo. En la actualidad, la crisis económica ha acentuado el enroque en esa actitud de superioridad, siendo su máxima expresión la justificación de la OTAN de intervenir fuera de sus fronteras. El multiculturalismo no puede desarrollarse sobre la base de la superioridad, pero la ciudadanía occidental no está preparada para la fraternidad sino para la superioridad. El avance de la extrema derecha y de sus elementos más indeseables se nutre en las raíces culturales de Occidente y en la defensa a ultranza de nuestro predominio económico; por ello, mientras dure la depresión económica, tratar de frenar a la extrema derecha en Europa es intentar ponerle puertas al campo. No olvidemos que fue la crisis de 1929 la que a la postre auparía a los nazis y fascistas al poder. Una vez más, la esperanza de la transformación hacia un mundo donde reine la fraternidad se fundamenta en los pobres y no en los ricos del mundo.”

Javier Colomo Ugarte, España

“Obviamente, por la magnitud del desastre, no creo que haya sido obra de un solo hombre. No obstante, debo manifestar mi preocupación por el manejo mediático que se da a estos asuntos siempre culpando, por ejemplo, a una llamada red terrorista que comandaba Bin Laden con un objetivo, para mí muy claro, de desinformar, y por lo tanto no atender las verdaderas causas de los hechos tan lamentables en donde mueren inocentes por lo que otros han hecho. No me cabe duda de que esos otros son la clase política que ha venido detentando el poder y que nos sumió en una enorme crisis de la cual lamentablemente no vemos la solución, ni siquiera a corto plazo. Mi comentario final es que tengamos la conciencia clara de lo que motiva realmente estos hechos y no nos dejemos manipular por los medios de prensa que en la mayoría de las veces desinforman. Agradezco la oportunidad de expresar mi opinión en este medio.”

Edgar Valerio Freer, Costa Rica

"El PSOE es consciente de que va a perder las elecciones"

“En el Uruguay sabemos muy bien de crisis. Supimos muy bien en 2002 lo que significa quedar quebrado, sin mercados, y con devaluaciones astronómicas de nuestros países vecinos que derribaron toda nuestra pequeña y frágil plaza financiera. Se esfumó el 60% de los depósitos bancarios en 3 meses. Se nos esfumaron medio millón de personas en 2 años de un total de 3 millones de habitantes. En su momento, la izquierda en el Uruguay pedía lo mismo que propone la derecha en España: "que se marchen". Probado está que eso no lo arregla todo. Al gobierno de España se le derrumbó un modelo creado y alimentado por la derecha, que en su momento gozó de épocas de bonanza, y de una expansión natural del gasto, propio de una economía de consumo. Si hoy mismo gobernara Mariano Rajoy, sería imposible que por la vía de leyes y decretos aglutine nuevamente aquella maquina que mantenía todo un limbo de aparente felicidad. Ya no existe la confianza, el flujo de capitales baratos, y con ello la reactivación de un gasto (por acción o por inversión) que desde el ámbito privado genere empleo y ponga en marcha la economía de oferta y demanda tal y como la conocemos. Si ese es el modelo, solo cabe esperar. Solo el tiempo cura todo. Como en Uruguay.”

Alfredo, Uruguay

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Recopilación: Lydia Aranda Barandiain
Editora: Emilia Rojas