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México: un muro contra un Nerón moderno

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Claudia Herrera Pahl
27 de enero de 2017

Solo puede haber un Nerón en la historia. La sociedad civil internacional debe apoyar a los ciudadanos estadounidenses para reforzar sus estructuras democráticas y las del vecino México, opina Claudia Herrera.

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Proteste gegen Trump - Brasilien
Imagen: picture-alliance/dpa/ZUMA WIRE/C. Faga

Fascinada y con la vista puesta en el siguiente capítulo del denigrante reality show: "Trump, México y un Muro”, a la opinión pública internacional parece no quedarle aún bien claro el alcance y magnitud de lo que sucede ante sus pantallas.

Desde su llegada a la Casa Blanca hace una semana, no ha pasado un día en el que el presidente Donald Trump no haya acaparado las portadas de periódicos y los horarios de máxima audiencia de los noticieros. Pantallazo tras pantallazo, vemos a un presidente firmando órdenes ejecutivas, ya sea sobre sus visiones económicas, o lo que parecería una casi enfermiza enajenación por levantar un muro para mantener a distancia a los vecinos mexicanos.

En una sola semana, el autor del guion logró desatar la principal crisis en las relaciones diplomáticas de más de un siglo con México. Por el momento, el espectáculo queda congelado hasta que se reescriba el libreto. Estaba previsto que, con una propuesta de negociación de diez puntos y un respetuoso "no pagaremos el muro”, el presidente Enrique Peña Nieto viajara a Washington para enfrentarse a lo que desde ojos mexicanos resulta un Nerón moderno; pero Trump lo desinvitó.

Así, Peña Nieto perdió su última oportunidad de recuperar el respaldo del electorado mexicano, al permitir que México participara involuntariamente y por demasiado tiempo en este reality show de bajo nivel. Que México se niegue a pagar el muro del vecino es obvio. La tardía cancelación del viaje a Washington -previa desinvitación-  y un "no” siempre tibio, enfurecen al colectivo popular y a las muchas voces de intelectuales que exigieron desde un principio que no se aceptara que el protagonista impusiera el papel de víctima y comparsa a una nación milenaria.

¿Y ahora? ¿Qué quiere hacer México? ¿Vivir temblando en espera de conocer el humor con que se levantará el guionista tirano? Con Trump o sin él, México vive desde hace muchas décadas al borde del abismo, basta un empujoncito. Pero si el mundo es un guion y Trump es capaz de reinventarlo, ¿por qué México no lo va a poder hacer?

México es muy vulnerable y tiene muchas tareas pendientes, pero el resto del mundo también. ¿Cuándo entenderán los electores estadounidenses que encumbraron a Trump que su vida no mejorará, que Trump se representa solo a sí mismo y que a la larga su estilo político egoísta no puede tener éxito alguno? ¿Por cuánto tiempo permitirán decreto tras decreto? ¿Dónde están esas estructuras democráticas estadounidenses fuertes, empezando por el Congreso?

El malestar crece, pero sigue siendo un murmullo virtual. Se necesita el apoyo de todos. También los mexicanos deben tomar unidos las calles y apoyar a sus auténticos vecinos, los ciudadanos estadounidenses. La sociedad civil internacional debe demostrar que los siglos no han pasado en balde y que en este mundo no hay cabida para un nuevo Nerón.