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“Nuestro deseo de paz se vuelve un artículo de consumo”

Violeta Campos27 de mayo de 2013

De gira por Alemania, la producción de teatro colombo-alemana “Reparar: detenerse para seguir caminando” aporta una visión crítica de la difícil tarea de subsanar las heridas dejadas por el conflicto armado en Colombia.

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Imagen: Paul Smith

Desde sus inicios, hace cinco décadas, el conflicto armado en Colombia ha generado millones de desplazados internos y centenas de miles de muertos, además de desaparecidos y víctimas de secuestro y tortura. Sin embargo, estas cifras son poco conocidas en países europeos como Alemania, donde generalmente prevalece la percepción de que la paz finalmente se ha impuesto a la violencia.

La producción de teatro colombo-alemana “Reparar: detenerse para seguir caminando” trata de crear conciencia sobre la problemática real y de echar luz sobre las dimensiones del conflicto, poniendo en evidencia las heridas que ha causado a la sociedad colombiana.

“Sí creo que hay una voluntad de acabar con la guerra por parte de los dos bandos”, comenta Felipe Vergara, el director de la obra, acerca de las actuales negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, en entrevista con Deutsche Welle. El artista asegura también que, de antemano a las negociaciones, la sociedad civil tuvo la oportunidad de articular sus intereses al respecto en diferentes foros, y que una mejor distribución de la tierra es uno de los grandes deseos de muchos sectores de la sociedad. “Pienso que el pueblo colombiano quiere que esta guerra termine, pero también hay interés en que las causas que provocan el conflicto cambien; no solo es un conflicto armado, sino un conflicto social y político.”

Actrices dan vida a pinturas de Freddy Sánchez Caballero.
Actrices dan vida a pinturas de Freddy Sánchez Caballero.Imagen: Jörg Böthling/Brot für die Welt

“Nuestro deseo de paz se vuelve un artículo de consumo”

En un espectáculo bilingüe intenso, oprimente y, a la vez, sumamente estético, la actriz alemana Inge Kleutgens, del colectivo de defensores de DD.HH. “Corporación Jurídica Libertad”, y su colega colombiana Catalina Medina, de la compañía de teatro “Barracuda Carmela”, buscan el sentido de lo que en Colombia se ha llamado "reparación", es decir, el proceso restaurativo en el ámbito psico-social y económico que se está llevando a cabo en el marco del proceso de paz en Colombia.

“Pasan los años y no veo paz en mi país. Como parte de nuestra cultura, los colombianos tendemos a cubrir las cosas, a decir que todo está bien, cuando, en realidad, toda la maquinaria que hace que haya desplazados, robo de tierras y de recursos todavía está ahí. Pero hay una gran cantidad de ciudadanos que consumen esa verdad y no abren los ojos ante las políticas con países que nos están dañando. Entonces, nuestro deseo de paz también se vuelve un artículo de consumo”, cuenta Catalina Medina.

Según Vergara, “lo que se debe reparar es la sociedad completa, porque el daño que se ha hecho puntualmente a las víctimas ha roto los lazos de la sociedad y de la confianza.” La actual ley de reparación de víctimas en Colombia busca, por un lado, una indemnización económica y una reparación simbólica, por el otro. “Pero, a mi parecer, es una ley incompleta. Lo que hace de alguna manera es cerrar el tema, decir que estas víctimas ya fueron reparadas, aquí no ha pasado nada, aquí ya se cerró la herida, mientras la herida sigue abierta, los problemas que la causaron también, y la reparación no ha cumplido con su objetivo, que es el de sanar”, explica el integrante de “Barracuda Carmela”.

De derecha a izquierda: Inge Kleutgens, Felipe Vergara y Catalina Medina, junto a otro integrante del grupo.
De derecha a izquierda: Inge Kleutgens, Felipe Vergara y Catalina Medina, junto a otro integrante del grupo.Imagen: DW/ V. Campos

¿Existe interés en buscar a los culpables de la violencia?

Inge Kleutgens, que trabaja desde hace diez años como profesora de teatro en Colombia, afirma que los movimientos y las asociaciones de víctimas demandan, ante todo, el derecho a la verdad, a la justicia y a la no repetición. No obstante, añade que solo un porcentaje mínimo de los casos conocidos son esclarecidos, y que solo se juzga a muy pocos responsables de los delitos. Por ello, la obra también plantea el interrogante acerca de si realmente existe un interés en buscar a los culpables de la violencia.

“Es un secreto a voces que muchos delitos se cometieron en cooperación con las fuerzas e instituciones del Estado. Mientras exista la posibilidad de revictimización, es decir que las víctimas se conviertan otra vez en víctimas, es hasta cínico hablar de reparación”, opina Kleutgens en referencia a casos como el de los campesinos de la región noroeste de Chocó, que fueron desplazados por paramilitares que apoyan los intereses de grandes empresas de cultivo de plátano y de palmera de aceite. Aunque se comprobó legalmente que esas tierras pertenecen a los campesinos, éstos fueron nuevamente perseguidos y asesinados.

Kleutgens reduce al absurdo las medidas de protección para defensores de DD.HH. extranjeros en Colombia.
Kleutgens reduce al absurdo las medidas de protección para defensores de DD.HH. extranjeros en Colombia.Imagen: Jörg Böthling/Brot für die Welt

El arte ayuda a imaginar mundos posibles

En el proyecto multimediático “Reparar: detenerse para seguir caminando” las actrices dan vida a las pinturas del artista colombiano Freddy Sánchez Caballero, que en sus lienzos retrata los problemas sociales, étnicos y de género en su país. Proyectadas sobre los vestidos blancos de las actrices o sobre pantallas, las figuras de los cuadros en tamaño real se mueven, gritan, lloran, ríen y hablan en la voz de las protagonistas, para luego volver a callar.

En el fondo, se intercalan audios de alemanes que viven en Colombia y que, a petición de los artistas, relataron sus impresiones del conflicto armado como si se las estuvieran contando a un amigo o pariente en la lejana Alemania. Una historia que impacta es la de una mujer a la que el Estado colombiano pagó indemnización por la pérdida de su hijo. Indignada ante el hecho de que le pusieran precio a la vida de su hijo, con el dinero, la señora hizo remodelar su casa completamente en negro, hasta dejarla convertida en un ataúd.

A través del arte, las víctimas rompen el silencio mortal que las aflige. La obra colombo-alemana es una metáfora de la construcción y creación a partir de las ruinas, de lo que la guerra en Colombia ha desgarrado, quebrado y mutilado. Vergara resalta que, como pieza teatral, la obra pretende despertar la reflexión e imaginar otros mundos posibles en los que las víctimas sean escuchadas y puedan seguir adelante sin temor a que la historia se repita.

La próxima presentación de “Reparar: detenerse para seguir caminando” tendrá lugar el 6.06.2013 en el Museo Regional Renano (Rheinisches Landesmuseum), en Bonn. La gira es patrocinada por las organizaciones Brot für die Welt, Misereor y la Agrupación de Ayuda al Desarrollo (AEGH).

Autor: Violeta Campos

Editor: Cristina Papaleo