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Opinión: esperanzador Acuerdo Comercial de Trump con México

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Henrik Böhme
28 de agosto de 2018

En comparación con el sombrío escenario de una guerra comercial global, las perspectivas han mejorado con el Acuerdo entre Estados Unidos y México. Hay esperanzas de que vengan más, cree Henrik Böhme.

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Peña Nieto y Trump en la Casa Blanca
Peña Nieto y Trump en la Casa BlancaImagen: picture-alliance/AP Photo/D. Lopez-Mills

Por supuesto que es un gran acuerdo. Eso es lo mínimo que se puede esperar del autodenominado mejor negociante de todos los tiempos. "Lo hemos simplificado y mejorado para ambos países", resaltó el presidente estadounidense, Donald Trump, durante el anuncio del nuevo acuerdo comercial con México. El acuerdo anterior había sido criticado por Trump como "un desastre” y el "peor acuerdo jamás hecho". Bueno, así piensa Trump de prácticamente todos los demás acuerdos que no llevan su firma.

¿Salarios más altos para los mexicanos?

Veamos los hechos. La primera reacción de los mercados financieros es positiva, porque nada se considera allí más contraproducente que la obstaculización del comercio mundial. Donald Trump muestra con ello que sí puede trabajar constructivamente para obtener buenos resultados a favor de ambas partes. Eso despierta esperanzas de que Trump logre un entendimiento con China, por ejemplo, o la Unión Europea.

Debido a que Donald Trump tiene en la mira los coches de marcas extranjeras como supuesto "riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos”, vale la pena analizar los detalles del Acuerdo Comercial entre Estados Unidos y México. Una de las acusaciones a los fabricantes de automóviles en Estados Unidos era el traslado de su producción a México, debido a los bajos costos laborales en ese país.  Algo con lo que nadie estaría en desacuerdo. Por lo tanto, los trabajadores mexicanos serían los primeros beneficiados: poco menos de 45% de las partes de un automóvil para la exportación deben ser ahora fabricadas en plantas mexicanas a un costo de por lo menos 16 dólares hora, mientras en Estados Unidos se pagan 22. El actual salario en México de un trabajador en el sector industrial es de aproximadamente 2.30 dólares por hora.

Los canadienses, invitados a bordo

 Henrik Böhme, de DW
Henrik Böhme, de DW

Ahora hay diversas posibilidades: producir partes en países con salarios más altos, que luego sean ensambladas en México. O que se hagan directamente en EE.UU.. O que México aumente drásticamente sus salarios.

"Lo hemos simplificado", dijo Trump. Si esto es fácil, entonces, ¿qué es lo complicado? Otro aspecto del nuevo acuerdo: el futuro valor agregado regional de un automóvil debe ser del 75%. Hasta ahora, es del 62%. No se sabe cómo los fabricantes alemanes van a poder cumplir ese requisito. VW y Audi ya tienen fábricas en México que también exportan a EE.UU.. BMW quiere hacer lo mismo a partir de 2019.

Trump, ¿salvador del comercio mundial?

Pero algo llama la atención, y no tiene que ver con autos: los aranceles agrícolas a ambos lados ya no existirán en el futuro. Mientras, México se compromete a cumplir las normas internacionales de la mano de obra en el sector agrícola. Con esto, se espera que suban los salarios en México en el sector agrícola. Este es un refinado plan porque hace menos atractivo a México como centro de producción (debido a los mayores costos laborales) u, obliga a subir los salarios, generando mayor prosperidad, lo que podría traducirse en una disminución de la migración laboral a Estados Unidos.

Pero aún nada está asegurado. Los canadienses han sido invitados a unirse al nuevo acuerdo. La Casa Blanca se muestra optimista de que se logre en estos días.  Si Canadá no accede, la implementación del acuerdo con México será difícil, porque Peña Nieto no tiene aún un mandato para firmarlo.

A pesar de ello, el peligro de una guerra comercial parece haber desaparecido, a primera vista. Trump negocia actualmente con los europeos sobre cómo desactivar el conflicto existente, y con los chinos, no parece haberse roto aún el hilo de la conversación. "Este no es el momento para hablar con Pekín, pero vendrá”, dijo Trump.

Pero no hay que cantar victoria antes de tiempo. Las perspectivas para el comercio mundial no hace mucho eran sombrías. Y Trump tiene su parte en que hoy haya esperanzas. ¿Quién lo hubiera pensado?

Henrik Böhme (jov/er)