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Decir mucho sin palabras

Marko Langer25 de febrero de 2016

Ni una palabra de la Canciller. Los ministros federales también optaron por guardar silencio. El “Paquete de asilo II” ha sido aprobado. El redactor de DW Marko Langer, sin embargo, no está del todo convencido.

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Deutschland Merkel Debatte zum Asylpaket II
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Sohn

Ahora que estamos en campaña electoral en Alemania, y dentro de la Unión Europea predomina un estado de ánimo apocalíptico, quizá fuera ingenuo esperar un par de palabras sinceras de la Canciller. En su lugar, da la impresión que dice: no se puede hacer todo. O lo que es lo mismo: deja que el resto haga algo.

No, esa no es la forma de pensar de la Canciller. Pero, aún así, daban ganas de gritarle: “¡Qué bueno verla, señora Merkel!”. Ahí estaba, de pie junto a las urnas del Bundestag (Parlamento), esas que sirven para introducir la tarjeta azul, en caso de aprobación, o de color rojo, si es que uno no está de acuerdo. Lo que pasó después era de esperar.

24 horas en el Bundestag

Tras meses de debate en torno al “Paquete de asilo II” en la Unión Europea y en la coalición de Gobierno -con los socialdemócratas y la marginada oposición-, el acuerdo parecía a punto de romperse en los últimos días tras lo ocurrido en Clausnitz, Sajonia, donde ardió un asilo para refugiados. Algo que, desde luego, no ocurre todos los días.

Esto condujo a la reunión mantenida durante 24 horas en el Bundestag. El miércoles (24.02.2016), se agregó un apéndice al artículo 157 del acuerdo. La sesión del Parlamento fue convocada con el siguiente nombre: “Debate sobre Clausnitz y Bautzen”. Tiempo planeado: una hora y diez minutos. Además, no estaba prevista la presencia ni de la Canciller ni de ningún ministro. La política adoptó un carácter simbólico. “Si es que existen grandes momentos en el Parlamento, el debate especial del martes seguro no estuvo entre ellos”, escribió Constance von Bullion en el Süddeutsche Zeitung.

Menos de 24 horas después, allí estaban ellos. La Canciller, los ministros, los líderes de los partidos. Incluso la tribuna de visitantes estaba a rebosar. Ante tal expectación, se decidió que los parlamentarios votaran de forma nominal.

El discurso se escapa

El que por desgracia no pudo estar allí fue Roger Willemsen (falleció de cáncer el pasado 7 de febrero). Aunque nunca tuvo derecho a voto en el Bundestag, tenía el don de formular de forma precisa. Aquí un ejemplo de su libro “Das Hohe Haus”, que escribió tras asistir durante un año a las sesiones del Parlamento como oyente:

“Uno desea salir a aquellos lugares, a las veredas, quiere saber qué molesta a los ciudadanos que no tienen representación parlamentaria. A uno le gustaría poder escapar del discurso y escuchar algo realmente serio y resistente, extraído del parloteo impropio”.

¿Parloteo? La aprobación del llamado “Paquete de asilo II” prevé algo más que la expulsión por la vía rápida de los refugiados procedentes de los llamados países de origen seguros. Y es que aquellas personas con estatus de protección limitada, no podrán reunir a sus familias hasta que no lleven dos años viviendo en Alemania. Por no decir que se han facilitado las deportaciones. Como observador, a más de uno seguro le entraron ganas de levantarse y salir del Parlamento.

Marko Langer Kommentarbild App PROVISORISCH
Marko Langer.Imagen: Sarah Ehrlenbruch

¿Por qué? No solo por la misantropía con la que la Iglesia y las organizaciones benéficas han calificado al “Paquete de asilo II”, ya que sobre este tema se opinará al margen de la campaña electoral y la política diaria. O por respeto a prudentes pero sabios testigos como la sobreviviente al Holocausto Ruth Klüger, quien el 1 de enero alabó la generosidad de la Canciller y su política de refugiados en el Parlamento.

Rojo, azul, amarillo

No. Los que seguro tuvieron ganas de escapar fueron aquellos que tuvieron que presenciar ayer el debate en el Bundestag. El debate y las intervenciones de diputados experimentados, cuyos nombres son relevantes sólo para los especialistas o sus respectivos grupos parlamentarios.

Nina Warken, la representante de la CDU en las comisiones internas, fue interrumpida en numerosas ocasiones y acabó jugando con su bolso, de color azul. Ulla Jelpke (La Izquierda) que, simbólicamente llegó vestida de rojo, calificó de “intolerable” y “repugnante” la política del Gobierno Federal. La líder parlamentaria de Los Verdes, Katrin Göring-Eckhardt, fue la que subió al estrado. Vestida con una chaqueta amarilla, por cierto.

Una y otra vez, Willy Brandt

Por favor, nada contra los rojos o azules diputados secundarios, o en contra del luchador líder opositor incoloro. Ellos también desempeñan un difícil, responsable e importante trabajo parlamentario. Esta mañana intervinieron oradores de todo tipo: Sebastian Hartmann (SPD) y Jan Korte (La Izquierda) hablaron de Willy Brandt y sus experiencias con la huida y el exilio. Y mostraron el gran dilema existente: las personas a las que uno de verdad quería escuchar esta semana, simplemente han permanecido calladas. ¡Qué pena! Por no ser más evidentes.

Pero bueno, seguro que si lo hubieran hecho habría dicho algo malo. Sobre todo acerca de la verdad de este terrible “Paquete de asilo II” que, más o menos, es todo lo contrario a la bienvenida mostrada durante el año 2015.