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Opinión: La UE no puede proteger a todos

3 de marzo de 2017

La Comisión Europea exige que los solicitantes de asilo rechazados sean expulsados con mayor rapidez. Eso no contradice los valores europeos, opina Helene Bubrowski, del diario alemán FAZ.

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Demonstraciones contra la expulsión de 50 refugiados de Afganistán el 22.02.2017
Demonstraciones contra la expulsión de 50 refugiados de Afganistán el 22.02.2017Imagen: picture alliance/dpa/M. Balk

Parte de una buena política migratoria es la garantía de asilo, tanto como la expulsión. Los políticos, las autoridades y la Justicia no sólo tienen que tener el valor de decidir quiénes se pueden quedar y quiénes deben dejar el país, sino también tienen que actuar en consecuencia. Ese aspecto lo subrayó la Comisión Europea ante los Estados miembros.

Opinión: Las obligaciones de los solicitantes de asilo

Expulsar a solicitantes rechazados es una señal

El Comisario de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, exigió a los Estados de la UE expulsar a solicitantes de asilo rechazados de una manera más rápida. Añadió que al mismo tiempo sería una señal de que la peligrosa travesía hacia Europa no vale la pena para aquellos que no cumplan las condiciones para recibir asilo. Según la Comisión, la política de expulsión no es satisfactoria en ninguno de los Estados miembros.

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Helene Bubrowski, del periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ).

La causa no es la falta de leyes, si no más bien que no son cumplidas: el año pasado solo se hizo efectivo el 36% de las resoluciones de expulsión. Las causas principales son que los países de origen no quieren aceptar la repatriación de sus ciudadanos, la falta de documentos y los certificados médicos. Otro problema es que los migrantes desaparecen para eludir la expulsión.

Para evitar eso, la ley europea permite recluir a inmigrantes hasta seis meses. Eso no significa que se sospeche que esa persona sea un peligro para la población. Basta un indicio de que el inmigrante pueda huir o quiera evadir la expulsión. En casos excepcionales pueden ser detenidos hasta 18 meses. Sin embargo, ningún Estado miembro de la UE hace uso de esa posibilidad, critica la Comisión.

La teoría y práctica difieren

Alemania asumió las normas europeas casi al pie de la letra: las autoridades alemanas pueden detener a personas sin derecho de permanencia por seis meses en caso de que teman que la persona pueda desaparecer. Esa es la teoría. No obstante, en la vida real casi no se implementa esa ley. Y si se hace, eso conlleva enfrentar protestas de activistas de derechos humanos.

Por esa razón la sociedad tiene la impresión de que la expulsión de inmigrantes sin permiso de estadía contraviene los valores europeos. Al contrario: solo una expulsión rápida y consecuente de aquellos que no requieren asilo podrá ayudar a las personas que realmente son perseguidas o se ven amenazadas de muerte, tortura o violencia arbitraria en su país de origen. Eso no excluye que se haga excepciones en casos especiales. Pero una excepción no debería ser la regla. Porque el que intenta proteger a todos, finalmente no protege a nadie.

Autora: Helene Bubrowski.