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Opinión: Y así Berlín siga siendo sexy

Gero Schließ (CT/JC)13 de junio de 2016

Seguridad en si misma. Berlín busca estímulo del exterior. Hace poco, el ex alcalde de Nueva York elogió a la ciudad. Pero ¿dónde está la estrategia a futuro? Es el momento de trabajar en ella, dice Gero Schliess.

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Touristen am Brandenburger Tor
Imagen: picture-alliance/dpa

Berlín y la humildad, no encajan entre sí. La ciudad rebosa confianza en sí misma. Al menos esa es la imagen de la ciudad que muchos nuevos berlineses tienen en cuenta a la hora de ir por el río Spree. Incluso el autor de estas líneas. La razón es que a la ciudad y a sus ciudadanos les precede una fama de antemano: la desconfianza en sí misma y la restricción no son características que la describan. Se parece mucho más al ombligo del universo y disfruta de la capacidad de atracción de un lugar anhelado por artistas y jóvenes profesionales de todo el mundo.

Pero ahora la situación ha cambiado drásticamente. Viejas certezas traen nuevas dudas. Berlín se queja cada vez más de los elevados precios de los alquileres. Esto espanta a artistas y a creativos. Algunos están abandonando ya la ciudad y le dan la espalda nuevamente a la capital mundial de las galerías.

Delincuencia y pobreza

A Berlín se ha asomado una escalada de delincuencia. El punto crítico es la zona que rodea a la Kottbusser Tor, en el distrito de Kreuzberg, donde el número de hurtos se duplicó en un año.

Schliess Gero Kommentarbild App
Gero Schließ, periodista de DW.

Berlín se ha vuelto más rica y más pobre al mismo tiempo. Más rica debido a exitosas empresas como SoundCloud y la empresa de videojuegos Wooga, que tienen sus negocios aquí y que son seguidas por fondos financieros de peso. No erróneamente es catalogada como la Silicon Valley de Europa por el diario británico The Guardian. Lo que ha reforzado la situación financiera crónica del gobierno de la ciudad.

Sin embargo, al mismo tiempo la pobreza en Berlín queda aún inestimable. Cada vez hay más mendigos y personas sin hogar alrededor de la estación central de trenes. Una señal de advertencia sobre el aumento del número de aspectos sociales olvidados en la ciudad.

La molestia del gran aeropuerto

Y en el trasfondo de argumentos de los berlineses está la piedra en el zapato del escándalo que desde hace mucho tiempo acosa a la ciudad: el aeropuerto. La obra de construcción es una fosa millonaria. Y es símbolo de la legendaria incapacidad del Senado de Berlín. Otro ejemplo es la política de educación de la capital alemana. Desde la planificación de una nueva escuela hasta su apertura puede tardar más de diez años. Mientras tanto, a los hijos de los nuevos ciudadanos no les queda otra que agachar los brazos en las aulas desbordantes. Una política ciudadana social que debería ser diferente.

El "Pobre pero sexy" ya no atrae

Atrás han quedado los días del legendario lema en inglés "poor but sexy" con el que el exalcalde Klaus Wowereit causó furor y que fue usado como arma de marketing para lograr fama internacional. Entretanto se ha vuelto muy común. Y ya no es bueno para reinterpretar la torpe política de la ciudad de Berlín, que se ha vuelto folclórica. Los enormes aumentos en los precios de los alquileres y la propiedad muestran que Berlín ya es una víctima de su propio éxito. Porque después de los creativos llegaron los especuladores. ¿Cómo pretende Berlín seguir siendo atractiva con estos cambios? Y, ¿cómo se percibe el futuro de la ciudad en el mundo? ¿Como Meca de nuevas empresas, como metrópolis cultural relajada y colorida, como un lugar de futuro debate intelectual y filosófico, o acaso como elcentro de poder político de Europa? ¿O quizá un poco de todo?.

Urge un plan

El gobierno de la ciudad que dirige Michael Mueller -una coalición socialdemócrata-democristiana- pasa desapercibido y sin brillo. De hecho, aún no ha indicado si se han aceptado los nuevos retos. Por las dudas, deberían escuchar el llamado de Rudolph Giuliani: “Usted tiene que tener un plan”, que se lo ha dicho reiteradamente a los berlineses. Un plan con el que demuestre liderazgo en el ámbito local y de señales inequívocas hacia el exterior. Dicho plan debe hacerse con urgencia, para que Berlín en el futuro siga siendo sexy.