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Parlamento danés aprueba endurecimiento de política de asilo

21 de febrero de 2019

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Griechenland Salam Aldeen
Imagen: picture-alliance/AP Photo/P. Giannakouri

El Parlamento danés aprobó este jueves (21.02.2019) una reforma legal para endurecer su política de asilo que implica que los refugiados solo recibirán como norma general permisos de residencia provisionales y una reducción en las ayudas económicas.

La reforma forma parte de un paquete de medidas que pretende impulsar un "cambio de paradigma" en la política de asilo y pasar de centrarse en impulsar la integración de los refugiados a hacerlo en el retorno a sus países de procedencia.

La regla general será que los permisos de los refugiados y familiares llegados a través de la reagrupación no serán prolongados tan pronto como sea posible, en referencia a la situación del lugar de origen, a no ser que vaya en contra de las "obligaciones internacionales" de Dinamarca.

El Gobierno podrá fijar un techo a la reagrupación familiar si la capacidad de las autoridades se encuentra "bajo presión", según la ley sacada adelante por el Ejecutivo de derecha, sus aliados del xenófobo Partido Popular Danés (DF) y el Partido Socialdemócrata, que suman tres cuartas partes de los escaños de la cámara.

La reforma legal -resultado del acuerdo presupuestario anunciado en noviembre entre el Gobierno y el DF- incluye también un plan para habilitar un centro en una isla deshabitada donde recluir a delincuentes extranjeros pendientes de expulsión, que ha sido objeto de polémica en los últimos meses.

La ministra de Integración danesa, Inger Støjberg, rechazó dar cifras sobre cómo la reforma, criticada por partidos de izquierda y organizaciones humanitarias, afectará al envío de refugiados a sus países, pero se mostró segura de que tendrá un efecto "notable".

Dinamarca registró en 2015, en pleno apogeo de la crisis de refugiados en Europa, 21.000 solicitudes de asilo, el triple que en 2014, aunque las cifras se han ido reduciendo de forma progresiva hasta los 3.500 del año pasado. Nueve de cada diez personas que obtienen el estatus de refugiado se acaba quedando en Dinamarca, según datos oficiales.

El Gobierno del liberal Lars Løkke Rasmussen ha intensificado desde 2015 la dura línea en inmigración e integración impulsada por los distintos ejecutivos daneses desde principios de siglo. Entre las medidas aprobadas en este período destacan una polémica ley para confiscar dinero y objetos de valor a los refugiados para costear su estancia, dificultar la reagrupación familiar, recortes en las ayudas y fijar multas por llevar el velo integral en lugares públicos. (EFE)