Peligro de contagio, de los animales al ser humano
Mucha gente tiene poco cuidado al tratar con animales, sobre todo si se trata de mascotas. Los gatos, por ejemplo, son compañeros de juegos de los niños. A veces hasta duermen juntos. Pero pueden transmitir enfermedades.
Viruela bovina
La viruela bovina afecta sobre todo a las vacas. Pero el virus puede contagiarse a cualquier mamífero y también puede causar infecciones en los seres humanos. En Alemania no hay vacuna contra la viruela bovina. No obstante, quienes están vacunados contra la viruela, son inmunes a este mal. Antiguamente, los contagios más numerosos se daban entre las personas que ordeñaban vacas.
Picadura peligrosa
Viajar de un continente a otro no representa hoy en día ninguna dificultad, ni para las personas ni para insectos, como el mosquito tigre, procedente de Asia. Al igual que otros animales exóticos, suele llegar a Europa en barcos de carga. Este mosquito puede transmitir el dengue.
Enfermedades de aves
La psitacosis es una zoonosis que puede resultar peligrosa sobre todo para niños o adultos debilitados. La provoca una especie de clamidia y afecta sobre todo a los papagayos, periquitos y palomas. Los seres humanos suelen contagiarse en la mayoría de los casos a través de los excrementos secos de las aves, que se mezclan con el polvo.
El zorro rabioso
Hasta el año 2008 esta enfermedad existía aún en Alemania: la rabia o hidrofobia. Este mal es transmitido principalmente por zorros, perros y otros predadores carnívoros. Mediante amplias campañas de vacunación se ha logrado erradicar este peligroso mal, que podía resultar mortal para los seres humanos que se contagiaran. Alemania es considerado ahora un país libre de hidrofobia.
Amenaza aérea
Los murciélagos son considerados los transmisores primarios del ébola. En algunos países de África forman parte del menú, como una exquisitez. El ébola fue contagiado primero de los animales al ser humano y luego se propagó entre las personas.
El gato, un ser desconocido
La enfermedad por arañazo de gato (EAG) es peligrosa sobre todo para los niños. Se transmite por mordeduras o arañazos de gatos infectados. Los felinos pueden portar el germen durante años en la sangre, sin enfermarse. Se estima que en Alemania está infectado cerca de un 13 por ciento de los gatos. En el ser humano, el mal provoca fiebre e hinchazón de los ganglios linfáticos.