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Peligros y chances

14 de noviembre de 2008

Los comentaristas analizan la cumbre del G-20, en la que se discutirá sobre la arquitectura financiera mundial.

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Billetes de diferentes países: caballero don dinero.Imagen: AP

Definir reglas

JYLLANDS-POSTEN, Århus, Dinamarca: "El mundo no ha experimentado una crisis de este tipo desde los años 30 del siglo XX. No obstante, no tiene ningún sentido prohibir la especulación, limitar los ingresos de los gerentes y directores o iniciar cruzadas ideológicas. El G-20 debería concentrarse en definir reglas generales para la economía financiera global. Actualmente existe el peligro de que los gobiernos le pongan cadenas al sector financiero. Pero así perdería éste los espacios de maniobra y la creatividad que en el pasado han asegurado crecimiento y bienestar."

Cada país es diferente

THE INDEPENDENT, Londres: "Cada país experimenta la recesión en forma diferente. De ello depende hasta qué punto está dispuesto a controlar los movimientos de capital y reducir las oscilaciones del tipo de cambio. Naturalmente, países como China, India y Brasil exigen un mayor peso en instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional. Pero como se sienten víctimas sin culpa de la actual crisis, no tenderán justamente a traspasar parte de su soberanía a las instituciones globales."

Un largo proceso

NEZAWISSIMAJA GAZETA, Moscú: "De la cumbre no se pueden esperar medidas radicales. Ésta es el comienzo de un largo proceso para reforma la arquitectura financiera internacional. Esta cumbre no será una nueva edición de la conferencia de Bretton Woods luego de la Segunda Guerra Mundial. El objetivo es analizar las medidas propuestas por el Presidente Sarkozy, para ir lentamente en dirección a un nuevo sistema financiero."

Papel más importante

HOSPODARSKE NOVINY, Praga: "A Occidente no le queda otra alternativa que aceptar que en el futuro los países en desarrollo tendrán un papel más importante. Ello vale sobre todo para Arabia Saudí y particularmente, para China, cuyas reservas de divisas suman unos 2 billones de dólares. Sin embargo, China no está encantada con la idea de aportar más en el futuro al Fondo Monetario Internacional. Su crecimiento económico, que desde hace décadas era de dos dígitos por año, se ha ralentizado considerablemente. Los dineros superavitarios los quiere invertir China en su propia economía y no en la comunidad internacional."