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¿Por qué son tan difíciles las expulsiones en Alemania?

Volker Witting
31 de enero de 2023

Tras el ataque mortal con arma blanca de un delincuente, Alemania cuestiona las dificultades para deportar a refugiados.

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Las deportaciones se realizan por vía aérea.
Los llamados vuelos de deportación llevan a las personas a sus países de origen.Imagen: Michael Kappeler/dpa/picture alliance

Fue un acto brutal que conmocionó a toda Alemania. Hace quince días, un hombre apuñaló al azar a los pasajeros de un tren regional entre Kiel y Hamburgo, cerca de Brokstedt. El presunto autor, Ibrahim A., un palestino de 33 años con múltiples condenas, mató a un joven de 17 años y a otro de 19, e hirió a otras personas. Cuando visitó el lugar del crimen, la ministra del Interior, Nancy Faeser (del Partido Socialdemócrata Alemán, SPD), se preguntó: "¿Cómo es posible que un sujeto así siga en el país?".

¿Qué significa exactamente deportación?

Los extranjeros que no tienen derecho a permanecer en Alemania pueden, en principio, ser deportados. El motivo suele ser que su solicitud de asilo, si son refugiados, ha sido rechazada. Se evalúa una expulsión si un extranjero ha cometido un delito penal o es miembro de una organización terrorista, por ejemplo. Estas personas pueden ser detenidas y luego devueltas a sus países de origen.

Pero Ibrahim A. no fue expulsado, aunque ya había llamado la atención por otros delitos. La razón: Ibrahim A. procede de la Franja de Gaza. "En este caso habría sido necesario un Estado dispuesto a acoger a la persona. En el caso de los apátridas, falta ese Estado", explica a DW el investigador sobre migraciones Gerald Knaus.

La ofensiva de repatriación del Gobierno es una "broma”

Los partidos de la coalición entre el Partido Socialdemócrata (SPD),Los Verdes y el Partido Demócrata Liberal (FDP) habían incluido una "ofensiva de repatriación" en su acuerdo. Pero a los anuncios no siguieron los hechos, dice a DW Andrea Lindholm, experta en Interior de la oposición bávara de la Unión Social Cristiana (CSU): "La anunciada ofensiva de repatriación del Gobierno federal es una triste broma", dice.

A finales del año pasado, 304.308 personas estaban registradas como obligadas a abandonar el país, según cifras oficiales. El Ministerio alemán del Interior anunció que el año pasado fueron deportadas 12.945 personas. La mayoría de los deportados procedían de Georgia, Albania, Serbia, Moldavia y Pakistán. El año anterior, la cifra fue de 11.982. Incluso antes de la pandemia, en 2019, la cifra fue de 22.000. Casi el doble.

El Gobierno quiere acuerdos con los países de origen

Ahora hay un rostro y una oficina que representan la iniciativa de deportación: Joachim Stamp (FDP), antiguo ministro de Integración de Renania del Norte-Westfalia, tomará posesión de su cargo como representante especial para los Acuerdos de Migración el 1 de febrero. En un comunicado se esboza así su programa: "Quienes quieran trabajar en Alemania deben tener oportunidades justas". Los delincuentes y las personas peligrosas, en cambio, "deben ser deportados". Para ello, dijo, es necesario establecer "acuerdos prácticos, basados en la asociación con los principales países de origen".

El investigador sobre migración Gerald Knaus cree que la nueva oficina es una buena idea. "Concentrarse en todas las personas peligrosas y delincuentes deportables" es ambicioso, afirma Knaus en entrevista con DW. Pero igual de importante, dice, es "crear coaliciones europeas" con este fin.

La UE quiere aumentar la presión

La política de visados es "uno de los instrumentos más importantes para mejorar la cooperación con terceros países en materia de retorno y readmisión", dice también un documento de la UE. Esto podría significar, por ejemplo, ampliar el plazo de tramitación de las solicitudes de visado de los países que no estén dispuestos a acogerlos, o aumentar las tasas de visado. La UE afirma que también se podría aumentar la presión proporcionando menos ayuda económica a los países que no cooperen.

El presunto agresor del tren regional alemán probablemente no podrá ser expulsado del país, aunque ya había llamado la atención por otro ataque con cuchillo. Pero la pregunta de la ministra Faeser "¿Por qué hay gente tan violenta todavía en Alemania?" se ha planteado a menudo, al menos desde entonces. Por lo mismo, hay grandes expectativas de que el nuevo comisario de Migración del gobierno, Joachim Stamp, deportará en el futuro a delincuentes y personas peligrosas de forma más coherente.

(mn/cp)