Portugal: recuperación económica y tradición
La economía de Portugal se recupera, y las nuevas generaciones se inspiran en los productos que siempre fueron favoritos de sus antepasados, apostando a las empresas tradicionales.
Demanda de Italia
Hace unos años, Pedro Olaio le mostró a un fabricante de zapatos italiano un par de botas de trabajo tradicionales de Portugal. El empresario de Milán quedó encantado, ya que ese tipo de calzado no era conocido fuera de Portugal. Así fue como Pedro Olaio sentó las bases de su nueva marca.
Nueva fuente de trabajo
Las botas de cuero se producen en una fábrica en Benedita, a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa en la que trabajan 24 empleados. La fábrica de Pedro Olaio creó seis nuevos puestos de trabajo en el lugar.
Una larga historia
El dueño de la fábrica, Lino Serralheiro, proviene de una familia de zapateros. Luego de que Portugal se unió a la Unión Europea, en 1985, las compañías internacionales trasladaron su producción a Portugal debido a los bajos salarios. En esa época, Serralheiro tenía más de 100 empleados.
La oportunidad en la crisis
Luego de que la Unión Europea se expandiera hacia el este, y del boom económico de China, Portugal fue golpeado por la crisis económica. Muchas compañías se vieron obligadas a cerrar. Pero algo positivo fue que muchas empresas portuguesas crearon sus propias marcas, y con mucho éxito. Desde el 2009, la exportación de calzado “Made in Portugal” creció en un 34 por ciento.
Productos de alta calidad
Los zapatos portugueses son productos de muy buena calidad. Incluso los zapatos artesanales se consiguen por un buen precio. La goma de las suelas es reciclada de antiguos neumáticos, algo clave en el concepto de negocios de Pedro Olaio, cuyas botas hechas a mano llevan el nombre de “Botas verdes”.
Tradición y modernidad
La tradición se une al estilo actual. Las “Botas verdes” fueron llevadas a la venta este año en una edición limitada, con un diseño de la artista Joana Vasconcelos. La compañía produjo 399 pares, y los vendió a 350 euros cada uno.
Cestos de Castanheira
La localidad de Castanheira es famosa por su artesanía en canastos de junco. A sus 55 años, Rosa es la canastera más joven de la región.
Del pueblo a la venta online
Hasta hace pocos años atrás, los cestos de Castanheira solo se vendían en Portugal, pero durante la crisis económica ya nadie se podía dar el lujo de comprarlas. Nuno Henriques tuvo una idea: mejoró y rediseñó los canastos y comenzó a venderlos online.
Hebras de junco
Las hebras de junco son sometidas a estrictos controles de calidad. Se eligen las mejores tiras y se las tiñe de diferentes colores. Los cesteros de Castanheira trabajan mayormente con el verde, el rojo, el azul y los tonos naturales.
Trabajo duro, resultados excelentes
Con una técnica especial de tejeduría, las hebras se transforman en una esterilla que luego tomará la forma de un canasto.
Artesanía y moda
Nuno Henriques embellece los cestos de picnic con una simple manija de cuero y su marca. El joven empresario las llama "Toino Abel", que es el nombre de su abuelo, que fue el primero en introducirlo en el arte de los canastos de junco.