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¿Puentes entre Europa y África?

Barbara Wesel (JOV/PK)12 de noviembre de 2015

La UE utiliza una doble estrategia en las negociaciones con África: busca cooperación para frenar la migración y ofrece apoyo adicional. Europa necesitará mucha paciencia, advierte Barbara Wesel.

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Cumbre en Valetta, Malta.
Cumbre en Valetta, Malta.Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Tarantino

El término “plan de acción” suena a programa concreto, rápido y exitoso. Pero, la verdad, es que se trata del quinto plan de este tipo entre la Unión Europea y África. La experiencia ha demostrado que es todo lo contrario: lento y difícil. De este tipo de reuniones entre europeos y africanos no ha salido, hasta ahora, algo fructífero: los acuerdos culminan con una vaga mención de los problemas... y soluciones que no se cristalizan. En las relaciones entre Europa y África el progreso es una tortuga adormilada.

La oferta de la Unión Europea

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha expresado querer “construir puentes entre los dos continentes”. Dicho en otras palabras, lo que se busca realmente es que no sean cruzados esos puentes. En principio, la UE propuso un simple acuerdo: los europeos dan dinero para educación, infraestructura y otros proyectos, a cambio de que los africanos detengan el flujo de refugiados que se ponen camino hacia el norte.

Pero los gobiernos de los países más pobres se ven abocados a hacer otro cálculo: ¿qué es más rentable?, ¿dejar que sus ciudadanos se vayan a Europa para que transfieran dinero a sus casas? o acaso ¿aceptar la oferta de la UE para programas de desarrollo, combatir las mafias del tráfico de personas y recibir de regreso a los peticionarios de asilo rechazados en Europa?.

Este último fue uno de los principales temas de negociación para los europeos en Malta. ¿Podrán, finalmente, devolver a más migrantes económicos a su casa? Los africanos mostraron, por lo menos, alguna disposición a aceptarlo. Esto no quiere decir que pronto despegarán aviones llenos de inmigrantes rechazados rumbo a Ghana, Chad y Níger, pero los europeos esperar poder acelerar el proceso, gradualmente.

Como recompensa, los negociadores africanos quieren más vías legales para los africanos hacia el mercado laboral europeo. Una petición que despierta cero entusiasmo entre los europeos. Nadie quiere abrir más su mercado laboral a los africanos, porque consideran que con unas pocas becas para estudiantes y acceso a algunos científicos es suficiente.

Invertir en nuestro futuro común

Europa busca, en principio, que África resuelva los problemas en su propio territorio, tan pronto como sea posible, ya que las perspectivas hacen temblar a muchos: con explosión demográfica, consecuencias del cambio climático, vergonzosos y malos gobiernos, pobreza crónica y conflictos etno-políticos sin resolver África generaría pronto millones de refugiados que se pueden poner en camino hacia Europa.

Ya queda poco tiempo en el que los europeos todavía pueden hacer algo para frenar ese proceso. Por lo menos, ahora se han entendido. Europa se tendrá que entender, intensiva y permanentemente con dictaduras que torturan y élites que explotan a sus ciudadanos. Así se tenga que organizar una cumbre cada seis meses.

Pagar por un servicio es, en realidad, algo normal. Y aunque suene a “chantaje”, puede ser, en efecto, una forma sensata de cooperación: Europa ayuda a los países en problemas, pero también exige resultados concretos de sus socios.

Esta es la última oportunidad para los europeos de llegar a muchos países africanos a hacer negocios con el fin de construir un futuro común, en lugar de esperar pasivamente a que llegue la previsible catástrofe.