El caso Puigdemont: circo mediático sobre una farsa jurídica

Los molinos de la Justicia belga son mucho más lentos que el procedimiento de una orden de arresto europea. Pero lo cierto es que las travesuras de Puigdemont siguen siendo comidilla de la prensa internacional. Y ahora, más para la televisión rusa, desde que el catalán le dio una entrevista al fracasado independentista y exprimer ministro escocés Alex Salmond, que ahora trabaja para Russia Today.

No en vano, el Gobierno español se ha quejado de la interferencia rusa a través de redes sociales en el contexto del ilegal referendo independentista a principios de octubre en Cataluña. 

La Justicia belga está retrasando el juicio

Carles Puigdemont escogió especialmente a un juez de lengua flamenca para decidir su caso. La ley belga permite elegir entre un francófono o un flamenco. Y el flamenco N-VA, el derechista y pro-independentista partido más grande en el gobierno federal belga, ha sido el defensor del líder catalán desde su llegada.

Tras la audiencia de este 16 de noviembre queda claro que la judicatura belga no tiene prisa en diligenciar la extradición del catalán y sus cuatro colegas. Paul Bekaert, su abogado, anunció a las puertas de la majestuosa Corte de Bruselas que el caso se continuaría el 4 de diciembre.

El fiscal quiere cumplir con la solicitud de extradición, según sus propias palabras. Pero, dado que la legislación belga no prevé delitos de "rebelión" y "secesión", se apelará al abuso deliberado de un cargo público, como determinante para su extradición.

Navidad, primera instancia y ducha en celda de cárcel española

Hasta diciembre, los abogados podrán exponer sus posturas sobre los cargos que se le imputan a Puigdemont y sus amigos. La decisión de primera instancia se espera antes de Navidad, Carles Puigdemont, que permanece en libertad, puede establecerse en Bélgica, por el momento, porque todavía tiene dos apelaciones. Entretanto, ya encontró un peluquero que ha modernizado ligeramente su provinciano corte de cabello.

En la década de los 90 hubo ya una crisis entre España y Bélgica cuando la Justicia belga se negó a extraditar a dos terroristas de ETA, debido a "las miserables condiciones en las cárceles españolas”.  El abogado de los etarras fue el mismo que defiende ahora a Puigdemont: Paul Bekaert.

Esta vez, las autoridades españolas respondieron rápidamente a una solicitud en ese sentido. Conclusión: en la nueva prisión de Estremera, a las afueras de Madrid, Puigdemont y sus ministros, tendrán modernas celdas, con ducha e inodoro propios. Lo último en tecnología.

Barbara Wesel (jov/vt)