¿Quién debe temer a El Español?

La cuenta atrás ha comenzado. El próximo 7 de octubre verá la luz El Español, un nuevo diario online con base en Madrid. La expectación es máxima, pues no se trata de un medio cualquiera: el proyecto tiene al frente al que probablemente sea el periodista más polémico de toda España, Pedro J. Ramírez.

Hay todo un mito construido alrededor de este personaje. Director del diario El Mundo desde su fundación, en 1989 hasta que fue destituido en febrero de 2014, el periodista se constituyó durante años como enemigo acérrimo del PSOE (socialdemócratas), sobre todo en los años de Felipe González (1982-1996), lo cual le acercó al Partido Popular (PP, conservadores), convirtiéndose así en un referente de la derecha mediática. Pero esa etiqueta no le hace justicia: en realidad, era una figura incómoda para casi todos. De ahí que se popularizara el dicho de “El Mundo, ese periódico de centro-derecha que lee la izquierda”. Resultado: el año pasado acabaron echándolo del rotativo, “tras publicar informaciones muy incómodas para el gobierno conservador y para la Casa Real”, recuerda en entrevista con DW María Ramírez, hija del periodista y co-fundadora y subdirectora de El Español.

Esta fama ha sido probablemente la mejor baza del nuevo proyecto: en la campaña de micromecenazgo (crowdfunding) lanzada para financiarlo se recaudaron 3.612.900 euros, batiendo récords a nivel mundial. Entrevistado por DW, Reiner Wandler, corresponsal del Tageszeitung en España, insiste, no obstante, en que este “no es un proyecto de gente que pone cinco euros, sino que detrás hay gente de clase media-alta, profesionales con suficiente dinero para apoyar un proyecto así”.

El panorama mediático español, cuya mala fama traspasa fronteras, es otro punto a favor del benjamín periodístico. “La prensa en España es muy partidista, muy del bipartidismo”, opina el periodista alemán, quien ha comprobado que “los grandes medios son afines a uno de los dos grandes partidos, más luego todos contra al menos uno de los partidos emergentes, que es Podemos”. Añade que probablemente El Español no cambie esto último: “Aunque El Español se sitúa como independiente de los dos grandes partidos, también se sitúa en contra de Podemos y de los indignados”. Una postura que no ha observado con respecto a Ciudadanos, el otro partido emergente en España, situado en el centro-derecha del espectro político.

“No vamos a ir contra nadie en especial, ni en defensa de nadie”, comenta la subdirectora. Su apuesta es, desde luego, innovadora en la forma y en el contenido. Respecto a lo primero, apuestan por nuevas narrativas digitales, interacción con el lector y una presencia en las redes sociales (especialmente Twitter) especialmente cercana al usuario, sin precedente en el país, la cual ya ha sido alabada por diferentes expertos del sector. Respecto a lo segundo, huirán de la saturación de informaciones de última hora para adentrarse en profundidad en los temas.

El Español parte desde una posición económica privilegiada. ¿Pero qué futuro tiene la prensa online con contenidos de pago? “En último término, lo único que importa es la información que hagas”, opina Ramírez, quien señala que otras iniciativas exitosas en España, como la del diario online eldiario.es, han demostrado que “si la información es buena, el público está dispuesto a pagar por ella”.

La infancia de El Español estará centrada en el público hispanoparlante peninsular y las historias que este demande. Sin embargo, Ramírez ha confirmado a DW que el Consejo de Administración de la empresa ha aprobado la posibilidad de ampliación de capital para hacer en el futuro una expansión internacional hacia otros países en los que se hable español.

En España, la expectación ha ido aumentando a medida que El Español ha ido publicando en su blog las historias que elaboraban sus periodistas. Los prejuicios ante la última aventura de Pedro J. Ramírez no eran pocos: el veterano periodista siempre ha polarizado a una opinión pública acostumbrada a una prensa partidista. La subdirectora del nuevo medio reconoce que estos obstáculos pueden existir, pero que espera que la transparencia y el rigor periodístico allanen el camino.

“Él es independiente, reparte palos a todos lados”, valora Wandler. No falta mucho para comprobar si seguirá haciéndolo. Pero no está solo: ha logrado construir una redacción variopinta y heterogénea con algunos de los mejores periodistas de otros medios, El Mundo incluido. A pocos días del esperado lanzamiento, muchos en España especulan sobre sus primeras exclusivas. ¿Quién debería temblar ante la llegada de El Español? “Nadie y todos”, contesta la segunda al mando.