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Sociedad

¿Qué hacer para que los niños no sufran la separación?

Julia Vergin
21 de mayo de 2019

Los padres pueden tener buenas razones para separarse, pero a menudo los hijos sienten que su mundo se desploma. Sin embargo, no tiene por qué ser una tragedia si los adultos no se olvidan de que seguirán siendo padres.

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Beziehungskrise Eltern Kind
Imagen: picture-alliance/Bildagentur-online

El psicólogo Harald Werneck recuerda vívidamente al niño de 12 años que no comía el almuerzo que su papá le preparaba para llevar al colegio. Como resultado, su padre se enfureció tanto con él que se divorció de su madre y se fue de la casa. O por lo menos así perciben los niños lo que sucede en su entorno.

Por eso los hijos tienen su propia perspectiva sobre la separación de sus padres. Pueden llegar a ciertas conclusiones que pueden parecer absurdas para una mente adulta, y, sin embargo, tienen sentido para los más pequeños.

Pero, ¿qué pueden hacer los padres para que la separación no sea tan dura para los hijos? ¿Qué son las cosas que nunca deberían hacer, sin importar que estén enojados, tristes, heridos, o si su relación se desploma?  

No tiene que ser una mala noticia

Para responder a estas preguntas, hablamos con niños y con psicólogos. Corinna, de nueve años, dijo que estaba disfrutando "de una mañana normal” hasta que su mamá le pidió que viniera al comedor. Ahí es donde le dijo que su papá se iría de la casa. La nena dice que la noticia la tomó por sorpresa, que estaba asustada, y que no entendía qué estaba sucediendo.

Pero, ¿no es eso lo que tenemos que esperar de los niños cuyos padres se separan? ¿No es siempre una mala experiencia?

Mutter mit Kind
Imagen: picture-alliance/dpa/K.-J. Hildenbrand

"No,” dice Beatrice Wypych, psicóloga y terapeuta familiar. "Si los padres discuten mucho cuando están juntos, al separarse puede que la situación se relaje,” dijo a DW. Los padres que están en una constante lucha hacen que el ambiente en el hogar se vuelva tóxico, explica. Están tan preocupados por sus propios problemas que básicamente se olvidan de sus hijos. Una vez que su relación termina, mamá y papá se pueden concentrar nuevamente en sus hijos.

Sin embargo, los niños no reciben suficiente información sobre lo que está sucediendo. Ellos pueden sentir la tensión y la hostilidad que hay entre sus padres, pero no entienden de dónde vienen. "Si no hay comunicación con los hijos, se quedan solos con sus propios sentimientos y tratan, por sí solos, de encontrar un sentido a las cosas,” dice Wypych.

¡No es tu culpa!

Anica, que ahora tiene 28 años, cuenta que sus padres discutían constantemente. "Mi mamá siempre estaba triste. Cuando uno es niño, piensa que tiene la culpa,” dice.

Al psicólogo Werneck no le sorprende este pensamiento. "Especialmente durante la edad prescolar, los niños piensan de manera egocéntrica,” explica. "Ellos creen que, con su comportamiento, han contribuido a todo lo que sucede a su alrededor”. Muchos padres, añade, simplemente se olvidan de decirles a sus hijos que no son responsables por el fracaso de la relación.

Corinna nunca se ha sentido culpable por la separación de sus padres. Su madre, sin embargo, esperaba que ella tomara partido. "Mi mamá esperaba que me enojara con mi papá. Ese fue su gran error. Ella hizo que su problema con mi papá fuera también mío,” cuenta.

Huérfanos emocionales

Symbolbild Deutschland Grundgesetz Familie
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Kneffel

Wypych, que también trabaja como psicóloga jurídica, dice que, en última instancia, los niños cuyos padres permanecen en conflicto, pierden a sus padres. Los chicos, dice, "se convierten en huérfanos emocionales.” La madre habla mal del padre, y viceversa. Mientras tanto, el niño se ve obligado a permanecer en medio de ambos, y esto conlleva a que la relación entre padres e hijos se deteriore, con lo cual se produce un daño severo en la autoestima del niño.

"Lo importante es que los progenitores logren separar su rol de expareja y su rol de padres”, dice Wypych. También añade que es muy importante explicarles a los chicos que ellos están a salvo y que los padres van a estar siempre allí para ellos cuando los necesiten.

Padres y amigos

Para los padres separados que leen este artículo, y que tal vez estén aliviados porque han logrado un vínculo amistoso con su expareja, puede que ese acuerdo también sea complejo para los chicos. "Como adultos, y sobre todo como psicólogos, describimos esta instancia como el mejor punto de partida”, explica Werneck. Pero, "los niños se preguntan: ‘¿Por qué mis papas se separaron?”

¿Los niños de padres divorciados están condenados a la infelicidad? Beatrice Wypych dice que no. Los psicólogos coinciden en que una interpretación negativa o positiva de nuestra propia vida es decisiva para la felicidad. "Por supuesto, esto suena mucho más simple de lo que es," admite Wypych.

Primero y ante todo, los padres que se separan tienen que tratar de ver el mundo a través de los ojos de sus hijos. Entonces, para sus hijos, el divorcio no tiene por qué ser una tragedia.

(bt/cp)

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