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¿Se romperá el Reino Unido por culpa del “brexit”?

2 de agosto de 2019

Un divorcio sin acuerdo entre Londres y Bruselas podría suponer también una ruptura con Escocia, Gales o Irlanda del Norte. Las voces independentistas suenan cada vez más fuerte.

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Boris Johnson zu Besuch in Wales
Imagen: picture-alliance/photoshot

¿Cómo está cambiando al Reino Unido el difícil camino del "brexit”, ahora encabezado por Boris Johnson? La Unión está conformada hoy por Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Pero... ¿por cuánto tiempo más? En Escocia y Gales cada vez se oyen con más fuerza las voces de los independentistas, especialmente ahora que se prevé que un divorcio "duro” con la Unión Europea tendrá consecuencias económicas insoslayables. En Irlanda del Norte, cuya frontera con Irlanda se convertiría en una frontera exterior de la UE, los llamados a la reunificación irlandesa son también cada vez más potentes.

¿Cuál es la situación de cada una de las partes del Reino Unido?

Irlanda del Norte

Irlanda se separó en 1921, tras una guerra independentista de 120 años, quedando seis provincias del norte en el Reino Unido, mientras el resto formó un país nuevo. Una pequeña mayoría protestante se siente británica y no quiere pensar en independencia. La minoría católica, en cambio, se ve como irlandesa. Sin embargo, hasta ahora solo una pequeña parte de los católicos veía con buenos ojos una eventual reunificación.

Protestas en Irlanda del Norte por la visita de Boris Johnson.
Protestas en Irlanda del Norte por la visita de Boris Johnson. Imagen: picture-alliance/dpa/L. Mcburney

Desde los años sesenta del siglo pasado se han repetido entre ambos grupos religiosos ataques violentos, acciones terroristas y enfrentamientos armados entre soldados británicos y policías. Esta situación encontró un punto de concordancia en 1998 con el Acuerdo del Viernes Santo. Desde entonces, la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda ya no existe. Esta apertura es vista como un factor clave en la actual convivencia más o menos pacífica.

El gobierno británico de Theresa May y la Unión Europea habían acordado que dicha frontera permaneciera abierta hasta que se negociara una solución tras el "brexit”. Irlanda del Norte, entonces, permanecería dentro de una unión aduanera con la UE. Este llamado "backstop”, sin embargo, no es del agrado de Boris Johnson, que quiere eliminarlo porque implicaría un trato diferente de parte de la Unión Europea a Irlanda del Norte, en desmedro del resto del Reino Unido.

Las partes están profundamente divididas en Irlanda del Norte. El Partido Republicano quiere la reunificación con Irlanda. Los "unionistas”, en cambio, no quieren cortar el lazo con Gran Bretaña.

El Acuerdo de Viernes Santo establece que Irlanda del Norte puede abandonar Reino Unido si así lo decide el pueblo en un referéndum. En el caso de que se produzca el temido "brexit” duro, esa cláusula podría ser activada. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, se imagina una posible reunificación con el norte. Incluso los protestantes liberales podrían ver con mejores ojos este escenario, pues caben dudas sobre si se sentirán en casa en una Gran Bretaña nacionalista, piensa Varadkar.

Escocia

Boris Johnson fue abucheado durante su primera visita como primer ministro a Escocia, el pasado lunes. Nicola Sturgeon, la jefa de gobierno escocesa, advirtió al premier sobre la posibilidad de convocar a un referéndum independentista si llega a producirse un "brexit” sin acuerdo con la UE. "Escocia ha sido ignorada durante todo el proceso del ‘brexit'. Basta de llevar a nuestro país hacia la destrucción”, dijo Sturgeon.

En 2014 los escoceses tuvieron ya un referéndum sobre la independencia, idea que fue rechazada. Sin embargo, el escenario actual es totalmente distinto, dice Sturgeon. En 2014 muchos escoceses dijeron que no a la independencia también porque eso habría implicado una salida de la UE, algo que hoy igual harán si es que siguen formando parte del Reino Unido.

Boris Johnson y Nicola Sturgeon.
Boris Johnson y Nicola Sturgeon. Imagen: picture-alliance/empics/J. Barlow

Dado que los escoceses votaron mayoritariamente en contra del "brexit” en 2016, ahora tendrían que tener un estado independiente para seguir formando parte de la Unión Europea. Ese plan tiene un problema: un nuevo referéndum debe contar con el beneplácito del gobierno de Johnson, en Londres. El Sunday Times publicó en junio una encuesta que asegura que los independentistas escoceses ganarían un nuevo referéndum con 6 puntos de ventaja.

Gales

También en Gales, que desde 1282 pertenece al Reino de Inglaterra, hay cierta resistencia a la supremacía impuesta desde Londres. Según un sondeo de la BBC, actualmente menos del 10 por ciento de los 3 millones de galeses está de acuerdo con la idea de independizarse. Desde hace casi 100 años hay un partido nacionalista que, a veces más a veces menos, lucha por la independencia. El "Plaid Cymru”, Partido de Gales, obtuvo cuatro asientos en las últimas elecciones para la Cámara Baja. Su presidente, Adam Price, se mostró a favor de que, en caso de que a fines de octubre haya un "brexit” duro, se haga un referéndum independentista. "Fue el Parlamento en Westminster en Londres, y no la Unión Europea, quien engañó al pueblo galés”, dijo Price sobre el curso adoptado por el gobierno conservador londinense.

Gales tiene su propio Parlamento, pero goza de una autonomía limitada. El jefe de gobierno galés, el laborista Mark Drakeford, criticó que el premier Johnson "no tenga un plan”. Los agricultores en Gales sufrirán cuando la UE deje de pagarles subsidios a partir de octubre. La vaga promesa de Johnson de darles un "mejor trato” fue calificada como "poco seria” por Drakeford. Por ello, no debe extrañar que Johnson también fuera abucheado en Cardiff. Sin embargo, Drakeford no amenazó, como su colega escocesa, con la independencia. De hecho, la mayoría de los galeses apoyó el "brexit” en el referéndum de 2016.

¿Perderá la reina a algunos de sus súbditos por culpa de un "brexit” duro? Es difícil responder esa pregunta en estos momentos, opina Katy Hayward, socióloga de la Queen's University en Belfast (Irlanda del Norte). "Las mayorías para un escenario de ese tipo no están a la vista, pero después de un ‘brexit' duro las cosas van a cambiar. El impulso está creciendo”, dijo la experta al canal francés France24. (dzc/few)

Autor: Bernd Riegert

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