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Segunda Guerra Mundial: la leyenda de la Wehrmacht inocente

Oliver Pieper
7 de mayo de 2020

¿Las Waffen-SS fueron malas y el Ejército alemán bueno? 75 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, se acabó la leyenda de la Wehrmacht inocente, dice el historiador Hannes Heer.

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Imagen: picture-alliance/dpa

DW: Durante mucho tiempo existió el mito de la Wehrmacht limpia, según el lema: "Mi abuelo no hizo nada malo". ¿Por qué esta versión se creyó por tanto tiempo? 

Hannes Heer: Millones de soldados del Ejército alemán (Wehrmacht) participaron en crímenes. En el caso de las Waffen-SS (el cuerpo de combate de élite), responsables del Holocausto, fueron 250.000 personas. Entonces, una cosa es recordar el Holocausto, otra es conmemorar a los diez millones de soldados que, en el frente este, mataron a más de 26 millones de ciudadanos soviéticos. Cada alemán tenía tres, cuatro, cinco familiares que habían participado en esa matanza.

El otro punto fue la Guerra Fría. Los estadounidenses necesitaban a la Alemania occidental como aliada en la frontera con el bloque del este. El comandante en jefe de las tropas de ocupación estadounidenses, Eisenhower, juramentó públicamente que era necesario diferenciar entre el grupo de Hitler y la Wehrmacht, y que los soldados alemanes no habían perdido su honor. Como consecuencia, los generales del Ejército alemán fueron liberados de las cárceles de los aliados.

Hace 25 años, usted contribuyó a desmitificar a la Wehrmacht con una exposición sobre los crímenes de guerra de las Fuerzas Armadas regulares durante la II Guerra Mundial.

Fue un hito. Si bien no fui el primer historiador en romper el silencio, nuestra exposición tuvo mucho más impacto porque, a raíz de tres ejemplos, mostró la vida cotidiana en la guerra. A través de fotos, que los mismos soldados alemanes habían tomado, se evidenciaron los asesinatos. Solo presentamos las fotos que los autores de los crímenes, los cómplices y los testigos mismos hicieron.

Usted habló de tres ejemplos concretos, ¿cuáles fueron estos?

El historiador Hannes Heer.
El historiador Hannes Heer.Imagen: privat

Bielorrusia, que fue la región de la Unión Soviética con más víctimas. Luego Serbia, con el distrito militar de Belgrado, y, por último, el caso del sexto batallón del Ejército alemán, que fue derrotado en la batalla de Stalingrado. El mito de este Ejército como "víctima" se mantuvo vivo hasta los años 70 del siglo pasado. A raíz de estos tres ejemplos concretos no solo mostramos los crímenes que se cometieron en todos los niveles, sino también la mentalidad de las tropas.

Muchas personas empezaron a llegar a la exposición con fotos propias para encontrar a familiares desaparecidos, y la Historia de repente se convirtió en la Historia de una gran familia. La exposición fue provocadora, por lo que las personas empezaron a hablar, a debatir críticamente. Finalmente, se logró romper el silencio.

Sus tres ejemplos se centran en el este. ¿Acaso hubo diferencias entre la estrategia bélica de la Wehrmacht en el este y el oeste?

Definitivamente. Por algo a la campaña militar del este se le conoce como guerra de exterminio. En cambio, contra Francia, Dinamarca y Noruega no hubo una guerra de exterminio. Allí más bien se trató de ganar zonas de influencia o de anexionar territorios. Pero donde había pueblos eslavos por primera vez se llevó a cabo una guerra de exterminio. La Unión Soviética era el centro de los Estados eslavos, cuyos habitantes eran considerados personas inferiores. Además, muchas veces se argumentó que tenían gobiernos judíos. Por eso ahí se desarrolló un modelo que tenía como objetivo exterminar a la población local.

¿En qué grado el Ejército alemán participó en el Holocausto?

Ya antes de que comenzara la guerra, el lema era destruir al bolchevismo judío. Y, al comienzo de la campaña militar, hubo una orden, según la cual todos los comisarios de policía, todos los miembros del gobierno soviético y de la administración alemana anterior, así como los judíos eran enemigos del pueblo alemán y, por ende, debían ser exterminados.

Visitantes de la exposición sobre la Wehrmacht, en 1999.
Visitantes de la exposición sobre la Wehrmacht, en 1999.Imagen: Imago Images/Becker & Bredel

La Wehrmacht colaboró con las Waffen-SS y los servicios de inteligencia y debía informar a los oficiales de estas últimas unidades sobre las acciones planificadas, para que no interfirieran con las acciones militares de las otras unidades.

Mucho antes de la persecución de los judíos en la fase de la llamada "solución final", la Wehrmacht estaba encargada de eliminar a la inteligencia judía, después a todos los judíos del sexo masculino y, más tarde, también a las mujeres y a los niños. Este fue el Holocausto a campo abierto con carabinas y ametralladoras, a diferencia del asesinato en las cámaras de gas. De esta forma murieron unos tres millones de judíos en la Unión Soviética.

Cuando pensamos en el Holocausto, pensamos en los judíos europeos, las deportaciones y las cámaras de gas, pero ignoramos este otro Holocausto. A eso le llamo una forma asimétrica de abordar la guerra: recordamos una parte de la guerra porque los autores de los crímenes fueron un grupo relativamente pequeño; la otra parte no la recordamos, porque millones de familiares estuvieron involucrados.

Finalmente, la memoria a nivel estatal y personal sigue siendo un tema desolador no resuelto por completo.

Hannes Heer es un historiador alemán y director de la exposición sobre la Wehrmacht.

(vt/jov)

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