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Seguridad nacional en Alemania: comienza el debate

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Fabian von der Mark
3 de enero de 2017

Alemania fue víctima de un atentado terrorista islamista y en 2017 se celebran importantes elecciones. De ahí que se debata intensamente sobre la seguridad en el país. Así es como debe ser, opina Fabian von der Mark.

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Deustchland | Anschlag mit LKW auf Weihnachtsmarkt in Berlin
Imagen: picture-alliance/rtn-radio tele nord rtn/P. Wuest

En el primer día laboral de 2017, el jefe de los socialdemócratas alemanes presentó su concepto de seguridad interior, en el segundo día, lo hizo el ministro cristianodemócrata del Interior y, en el tercero, se reunirán los militantes de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) para debatir sobre la seguridad en el país. Este tema también figura en la agenda de Los Verdes, La Izquierda, los liberales del FDP y los populistas de la AfD. Si bien pareciera tratarse de una táctica de precampaña electoral, podría ser el comienzo de una competencia seria por el mejor concepto de seguridad. Para los ciudadanos, este es un tema prioritario. Hay mucho miedo e inseguridad en el país. Es el turno de los políticos.

Por ejemplo, se debe debatir sobre la videovigilancia: ¿Cómo es posible que no existan imágenes de la huida de Anis Amri tras el atentado en la Breitscheidplatz? Esto es lo que muchas personas se han preguntado. En Alemania, no todos los lugares públicos cuentan con cámaras de vigilancia porque hasta ahora las advertencias del "gran hermano" habían sido más convincentes que el argumento del combate a la criminalidad. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y el ministro alemán del Interior están a favor de una mayor videovigilancia, el Partido Democrático Libre (FDP) en contra. Sus argumentos serán decisivos para la elección de los ciudadanos en las urnas.

Los ciudadanos deciden

Fabian von der Mark, corresponsal de DW.
Fabian von der Mark, corresponsal de DW.

Otra pregunta es cómo proceder con criminales potenciales, es decir, con personas de las que las autoridades alemanes creen que podrían cometer un atentado islamista. El autor de la masacre en el mercado de Navidad en Berlín había sido uno de esos criminales potenciales. En total, las autoridades tienen conocimiento de cerca de 550 personas sospechosas. Algunas son vigiladas las 24 horas, otras no. ¿Acaso los indicios que los convierten en criminales potenciales (por ejemplo declaraciones extremistas) deberían ser clasificados como delitos para poder proceder en su contra? ¿Deberían ser obligados a llevar grilletes electrónicos para que siempre se sepa dónde están? ¿O solo se debería aumentar el personal de la Policía y de los servicios de inteligencia, como propone el SPD?

No todas las preguntas sobre la seguridad interior son tan plásticas, pero aún así son importantes y, en parte, también polémicas: en la lucha contra el terrorismo, el ministro del Interior De Maizière quiere fortalecer la Policía federal y los servicios secretos. En el caso de Anis Amri, por ejemplo, estaban involucrados los servicios de inteligencia y la Policía de los 16 estados federados alemanes más los respectivos colegas a nivel nacional. ¿No sería mejor que existiera solo una autoridad germana encargada de las investigaciones y de la coordinación con los socios europeos? Al respecto, deberá posicionarse por ejemplo la CSU de Baviera.

Debate objetivo

El caso de Anis Amri también puso bajo el foco la situación de los solicitantes de asilo rechazados. ¿Acaso deberán esperar en centros de expulsión hasta que sean repatriados o, en el caso de criminales potenciales, incluso en la cárcel? ¿Y qué países son considerados seguros para la repatriación de los solicitantes rechazados? Hasta ahora, sobre todo Los Verdes habían estado del lado de los peticionarios de asilo por lo que deberán explicarles su posición a los votantes. Los alemanes tienen derecho a un debate objetivo, en el que se nombren claramente las posibilidades reales, los costos, el precio político y las limitaciones de libertades.

Asimismo, algunas cosas deben volverse más simples. Alemania no debe tolerar a predicadores del odio en los patios traseros de las mezquitas ni en las redes sociales, para ello existen leyes. A nivel federal y regional, se deberá invertir más en prevención para que los islamistas ya no puedan reclutar más carne de cañón. También se debe mejorar el intercambio de datos en Europa para no perder de vista a los criminales potenciales; aquí el gobierno alemán debe presionar más a nivel de la Unión Europea. Asimismo, las autoridades germanas necesitan las posibilidades técnicas para pinchar comunicaciones secretas. Estos pasos son decisivos para garantizar más seguridad. Las demás preguntas deberán ser aclaradas en la campaña electoral. Quien ahora no aporte soluciones, no toma en serio las preocupaciones de los ciudadanos.  

Debate sobre seguridad en Alemania