Doce kilómetros de longitud y hasta dos kilómetros de ancho. En la playa se refleja la vida de St. Peter-Ording: paseos, marchas por el vado, excursiones. Los turistas quieren divertirse y hacer un poco de deporte. Y hay algo más aparte de la playa: el viento. Este lugar es la meca de los surfistas.
Cada año se celebra la Copa del Mundo de kitesurf. Cerca de 130.000 personas acuden al mayor evento de sus características en todo el mundo. No son los únicos que acuden en busca de viento, también lo visitan quienes practican carrovelismo. En ningún otro sitio de Alemania hay mejores condiciones para ello, con la posibilidad de recorrer la playa a velocidades de hasta a 130 km/hora. Si esto es demasiado rápido para usted, eche el freno, monte a caballo y disfrute de la naturaleza. Y para acabar el día, qué mejor que disfrutar de la puesta de sol en un bar de los tradicionales palafitos.