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Tándem franco-germano, en la Eurocámara

Bernd Riegert (ER/DZ)7 de octubre de 2015

En su presentación conjunta ante el Parlamento Europeo, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, abogaron por una UE fuerte. Desde Estrasburgo, informa Bernd Riegert.

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Imagen: Reuters/V. Kessler

“Cuando uno escucha algunos discursos aquí, debe cuidarse de no caer en la depresión”, dijo la canciller alemana, dirigiéndose a los populistas de derecha en el Parlamento Europeo. Nigel Frage, del partido británico independentista, y Marine Le Pen, del Frente Nacional francés, habían declarado una vez más el fracaso total de la Unión Europea, demandando una retirada de sus respectivos países. El presidente francés casi pierde la paciencia al término del debate. Exhortó a los opositores de la integración y a los euroescépticos a abandonar la UE. “Ustedes a todas luces no quieren un espacio mancomunado”, espetó Hollande, mientras la jefa de la ultraderecha gala aplaudía.

Previamente, Hollande había prevenido, junto a Angela Merkel, del retorno de los nacionalismos en Europa. Marine Le Pen, que se propone presentarse a las elecciones presidenciales francesas, calificó al presidente Hollande de “vicecanciller” de Merkel. Cuando se autodefinió como la “anti-Merkel”, porque está por completo en contra de la inmigración, el propio Hollande no pudo evitar una sonrisa ante tanta retórica virulenta. Angela Merkel no se dio por aludida y pidió más solidaridad, y sobre todo más valor y capacidad de decisión en Europa: “La superación de las diferencias entre este y oeste ha resultado ser un gigantesco éxito. Nos muestra de qué somos capaces los europeos si queremos, si tenemos el valor y nos mantenemos unidos. También demuestra que no hay motivo para descorazonarse ante los traspiés, que por supuesto también se producen”.

Marine Le Pen.
Marine Le Pen.Imagen: Getty Images/AFP/D. Charlet

Siria y los refugiados

Merkel coincidió con Hollande en que se requiere un nuevo sistema para la acogida y distribución de refugiados. Ambos consideran necesario un mejor control de las fronteras exteriores de la UE y se proponen mantener de todas maneras abiertas las fronteras internas en el Espacio Schengen. La canciller alemana mostró comprensión también con aquellos que quieren inmigrar por razones económicas, pero aclaró que “no todos pueden quedarse”. No obstante, indicó que fortificarse no sirve de nada. También Hollande afirmó que “no hay alambrada lo suficientemente alta” y los muros no sirven.

El presidente francés se refirió sobre todo a la guerra de Siria como una de las principales causas del flujo de refugiados hacia Europa. Indicó que si no se consigue aplacar el conflicto de trasfondo entre chiítas y sunitas, se llegará a una “guerra total”, cuyas repercusiones también podrían alcanzar a Europa. Rechazó, sin embargo, la idea de enfrentar junto con las tropas de Assad al Estado Islámico. “No es posible unir a la oposición moderada siria con el verdugo del pueblo sirio”, apuntó.

Merkel y Hollande se manifestaron a favor de una mayor cooperación con Turquía y de brindarle ayuda financiera. También abogaron por incrementar la ayuda a los países africanos desde donde emigran muchas personas hacia Europa.

Armonía con tradición

Esta fue la segunda ocasión en que un tándem franco-germano habla ante el Parlamento Europeo. En 1989, poco después de la caída del Muro de Berlín, los gobernantes de Francia y Alemania acudieron a Estrasburgo juntos. “Queremos que Angela Merkel y Francois Hollande envíen una señal de que la cooperación franco-germana sigue siendo un elemento medular de la integración europea”, dijo a DW el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. “Los invité a ambos (…) y respondieron que les parecía una buena idea”. Una idea que surgió ya en enero, poco después de los atentados terroristas contra el semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado judío en París.