Un país africano único: Etiopía

Etiopía se sitúa en el noreste de África. Según el número de habitantes, es el país más grande del mundo sin salida al mar.





Con sus montañas de más de 4.500 metros de altura, Etiopía se puede considerar la cima de África. Además de ello, en el país se encuentra el nacimiento del Nilo, con sus enormes cataratas. Pero aquí no solo le esperan a los turistas parajes naturales impresionantes, sino también arte, coloridos festivales, tradiciones culturales, construcciones únicas y mucho más.

Como destino turístico, Etiopía se distingue de sus países vecinos en varios aspectos. Por ejemplo, el arte: los monumentos y obras de arte que tienen su origen en la antigua tradición del norte de África – Oriente Próximo, y que al mismo tiempo están marcados por la cultura cristiana. Las once iglesias talladas en roca de Lalibela, que hoy son Patrimonio Cultural de la Humanidad, son solo algunas de las huellas de la alta cultura mediterránea africana que solo se puede experimentar en Etiopía.

En total, nueve monumentos culturales y naturales son Patrimonio de la UNESCO. Entre ellos se encuentran las terrazas de más de 600 años de antigüedad de la región Konso, así como las estelas de Aksum, de hasta treinta metros de altura y hechas a partir de monolitos de granito únicos de 500 toneladas. Otro monumento cultural digo de visitar es la ciudad santa de Harar, con sus cerca de 100 mezquitas y la gran atracción turística, que consiste en alimentar a las hienas.

Etiopía tiene un carácter especial, no solo desde el punto de vista cultural, sino también religioso. Ya en el siglo IV llegó el cristianismo al país. Los primeros musulmanes llegaron en el año 615 como refugiados al país, y fueron recibidos y protegidos por el rey cristiano. El pueblo Negash fue el primer asentamiento islámico, y su mezquita es un popular punto de encuentro para turistas. La historia del judaísmo en Etiopía se remonta a muchos miles de años atrás. Por eso, Etiopía es un país africano tan especial, en el que varias religiones conviven pacíficamente: ¡un maravilloso ejemplo de tolerancia!

Además, Etiopía es el único país africano con su alfabeto propio, que se desarrolló en el siglo II después de Cristo. También tenemos un calendario etíope, cuyos números van unos siete años por detrás del calendario georgiano. El viajero que venga a Etiopía se volverá más joven. En Etiopía, todavía estamos en el año 2005.

Hay, además, muchas razones por las que mi país natal es un destino turístico atractivo, y que lo hacen especial en el mundo. Por ejemplo, Etiopía es la tierra madre del café, cuya historia se remonta a finales del siglo XIV en la región de Kaffa. Aquí, los visitantes no solo pueden probar el mejor café del mundo, sino también experimentar la ceremonia tradicional del café.

Con sus más de ochenta grupos étnicos, el país contiene además muchas culturas variadas: los Mursi y los Surma, con sus conocidas mujeres de los discos labiales, o los Hamit con sus saltos sobre toros, una prueba de valentía para jóvenes para demostrar si son dignos de casarse y ser mayores de edad… ¡Son definitivamente dignos de conocer!

Etiopía se puede considerar la "cuna de la humanidad", puesto que aquí se encontró el esqueleto de "Lucy" (uno de los esqueletos mejor conservados del mundo de los primeros antepasados de los humanos).

Los tiempos en los que Etiopía era un país arrasado por el hambre han pasado: ¡hoy, una infraestructura mejorada y el crecimiento económico hacen que seamos uno de los países más avanzados de África! Vengan a visitarnos, y descúbranlo por ustedes mismos.

Autor: Negusse de Etiopía
Editora: Kerstin Boljahn