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Un poscomunista por primera vez al mando de un gobierno regional alemán

5 de diciembre de 2014

Por primera vez desde la reunificación de Alemania, un estado regional va a ser gobernado por un líder político de una formación poscomunista. La votación de investidura de Bodo Ramelow fue acompañada con gran tensión.

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Deutschland Thüringen Landtag Bodo Ramelow als Ministerpräsident gewählt Christine Lieberknecht
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach

El líder de la Izquierda alemana Bodo Ramelow fue elegido hoy para encabezar el gobierno regional de Turingia (este de Alemania), lo que da a esa formación de raíces postcomunistas el dominio sobre un estado, por primera vez desde la reunificación del país.

Ramelow logró la mayoría de la cámara regional, con 46 votos a favor, de los 91 emitidos, y gobernará al frente de un tripartito apuntalado por el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes como socios menores de coalición.

Su elección supone el fin de la hegemonía regional para la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, que había liderado el gobierno de ese estado del antiguo territorio de la República Democrática Alemana (RDA) desde la reunificación, hace 24 años.

La votación se perfilaba compleja, puesto que el tripartito cuenta en la cámara regional con 46 escaños, una mayoría de solo un puesto frente a la oposición, integrada por la CDU y los euroescépticos de la Alianza para Alemania (AfD).

25 años después el partido se sigue viéndose estigmatizado

La elección de Ramelow, de 58 años y nacido en el oeste del país, es un hito para la Izquierda, surgida de la fusión de los postcomunistas del este y la disidencia del SPD, que 25 años después de la caída del muro de Berlín sigue viéndose estigmatizado por parte del electorado como "heredero" político de la RDA.

Tras la reunificación (en 1990), los postcomunistas tuvieron que luchar contra el arrinconamiento político por parte del resto del espectro parlamentario.

Ese aislamiento cedió con los años, ya que se convirtió en socio menor de gobierno en algunos estados del este y además empezó a ganar electorado en el oeste, tras fusionarse con los exsocialdemócratas descontentos con la línea centrista del SPD.

Un rechazo sentido por muchos alemanes

Sin embargo, hasta ahora se le descarta -inclusive por el SPD y los Verdes- como un eventual socio de coalición a escala federal.

La formación de un tripartido liderado por La Izquierda había sido criticada de antemano por Merkel y el presidente del país, el independiente Joachim Gauck, ambos crecidos en la RDA.

El rechazo de Gauck excede a su mandato como presidente, cargo al que se confiere en Alemania un carácter apartidista, pero sintoniza con el parecer de parte de los alemanes.

El jueves por la noche, cerca de un millar de ciudadanos participaron en Erfurt, capital del estado, en una concentración en protesta por la formación de un tripartido liderado por La Izquierda.

ZAM (efe)