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Un presunto caso de espionaje sacude Colombia

4 de febrero de 2014

Santos ordenó investigar un caso denunciado por la revista "Semana" sobre el espionaje de una unidad militar contra varias personas, entre ellas algunos de los negociadores del Gobierno en el proceso de paz con las FARC

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Imagen: Andrew Harrer-Pool/Getty Images

¿Hasta dónde ha podido llegar este uso ilícito de la inteligencia, quién está detrás, quién puede estar interesado en investigar, grabar, interceptar a nuestros negociadores?", se preguntó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, tras asegurar haber dado "instrucciones perentorias al ministro Defensa (Juan Carlos Pinzón) y a los comandantes de las Fuerzas Militares para que investiguen hasta el fondo sobre esta situación."

El mandatario también comentó que la investigación debe establecer "qué fuerzas oscuras están detrás de esto, si hay ruedas sueltas dentro del Ejército y a quién están informando". Según un reportaje publicado hoy (04.02.2014) por Semana, un grupo de la inteligencia militar, al parecer sin conocimiento del Gobierno, espió durante varios meses las comunicaciones de al menos tres de los representantes de Santos en las negociaciones que se llevan a cabo en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Santos altera su agenda

Santos tenía hoy una reunión con jefes policiales para analizar la seguridad en varias ciudades, pero hizo un paréntesis para reunirse con el ministro Pinzón y con toda la cúpula militar al enterarse de la publicación. El presidente dijo que la inteligencia militar contra grupos como la guerrilla o las bandas de narcotraficantes o secuestradores es recomendable y legal, pero no el espionaje como el denunciado por la revista.

"Lo que no es aceptable, bajo ningún punto de vista, es que esa inteligencia se haga contra los ciudadanos legítimos, contra la oposición política y mucho menos contra funcionarios del propio Estado. Es algo totalmente inaceptable", sentenció. Según Semana, el espionaje empezó en 2012, poco antes del anuncio del comienzo de las negociaciones, para lo cual los militares usaron como fachada un pequeño local que funcionaba a la vez como restaurante y centro de informática.

Tras una puerta falsa

La investigación, para la cual la revista consultó a fuentes cuya identidad oculta, reveló que, entre los personajes espiados, estuvieron Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador, así como Sergio Jaramillo y Alejandro Éder. También habrían sido afectados los políticos izquierdistas Piedad Córdoba e Iván Cepeda. La revista reveló en una nota que acompaña el reportaje central que agentes de la Fiscalía registraron el lugar en el que algunos militares presuntamente efectuaban el espionaje, que tenía una fachada de restaurante y centro de informática.

"En el interior del lugar los investigadores no encontraron mayor cosa. Sin embargo, tras una pesquisa minuciosa ubicaron una puerta falsa y en su interior más de 10 computadores escondidos. El hallazgo hasta ese momento no era prueba de actividad ilegal. No obstante, uno de los responsables del sitio se identificó con una cédula que resultó falsa y posteriormente contó que trabajaba para la inteligencia militar", señaló la revista. Fuentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía dijeron a Semana que los computadores incautados están siendo analizados, aunque la revista señaló que la mayor parte de las evidencias fue retirada por los militares cuando advirtieron que sus actividades estaban quedando al descubierto.

MS (dpa/Reuters)