Victoria dudosa

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “El presidente estadounidense, Barack Obama, intenta vender el acuerdo sobre el límite de endeudamiento como un triunfo, al menos, de la sensatez, y puede que tenga razón. Y muchos estadounidenses están aliviados al ver que se evitó la suspensión de pago, que hubiera disminuido el valor de las pensiones y de la ayuda social. Pero Obama no debería esperar agradecimiento. La mayoría de sus rivales republicanos para el cargo presidencial se distanciaron del paquete de ahorro, ya que intuyen que esta victoria es, en realidad, una derrota.”

“Obama está debilitado”

Dagens Nyheter, de Estocolmo: “Gracias a la decisión de aumentar el techo de la deuda, EE.UU. pudo allanar una grave crisis. Pero el acuerdo deja muchos interrogantes abiertos. No habrá esperanza para una solución de largo alcance sino hasta después de las elecciones presidenciales del año próximo. (…) Tanto los demócratas como los republicanos están golpeados. El presidente Barack Obama ha perdido el apoyo de la izquierda, y corre peligro de debilitar su posición luego de haberse sometido repetidamente a las exigencias republicanas.”

“Proceso largo y difícil”

NRC Handelsblad, de Amsterdam: “La disminución del crecimiento económico de EE. UU. en el último trimestre es un argumento muy manido en contra de las medidas de ahorro. Pero sin esas medidas, el saneamiento de las deudas estatales, casi inmanejables, seguirá siendo una ficción. Lo mismo vale para el tabú que rige sobre el aumento de impuestos. Los políticos estadounidenses enfrentan el déficit presupuestario con las manos atadas, negando así las consecuencias de la peor crisis financiera desde 1929. Y éstas van más allá de la pérdida de poder adquisitivo. Reparar los daños que han causado la especulación y la laxitud de los controles del sistema financiero es un proceso prolongado y difícil que recién acaba de comenzar.”

“Acelerar la integración europea”

Le Figaro, de París: “Ni el plan de rescate de Grecia ni el acuerdo por el techo de deuda estadounidense garantizan que no haya sorpresas desagradables. Pero de este lado del Atlántico se perfila, al menos, un rumbo. La eurozona desarrollará, tarde o temprano, los instrumentos adecuados que necesita para la crisis. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dirigirá también la cumbre de la zona euro. Van Rompuy será un vínculo entre los 17 países de la unión monetaria y los 27 miembros de la Unión Europea a fin de calmar los ánimos frente a la amenaza del fantasma de una Europa de dos velocidades. Lo cual es una buena idea, ya que se debe acelerar la integración de la eurozona si se quiere salir del círculo vicioso de las crisis que vuelven a repetirse una y otra vez.”

Autora: CP/ dpa
Editor: Pablo Kummetz