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Verviers y la red terrorista franco-belga

Barbara Wesel (ERC/ERS)9 de mayo de 2016

Este 9 de mayo comenzó en Bruselas el proceso contra los presuntos miembros de la célula terrorista de Verviers, Bélgica. Se teme que en el banquillo sólo estén sentados los integrantes menos importantes del grupo.

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En la imagen, una operación policial antiterrorista en Verviers, Bélgica.
En la imagen, una operación policial antiterrorista en Verviers, Bélgica.Imagen: picture-alliance/dpa/Hoslet

En el Tribunal Correccional de Bruselas comenzó este lunes (9.5.2016) el proceso contra los presuntos integrantes de la célula terrorista desmantelada en enero de 2015 en la ciudad belga de Verviers. Sólo comparecen siete de los acusados de participar en las actividades de un grupo terrorista –como miembros o dirigentes– o de haber planificado atentados en Bélgica. Los otros nueve imputados podrían estar en Siria, ocultándose de las autoridades europeas, combatiendo en las filas del autoproclamado Estado Islámico o muertos.

“El plan de los terroristas era secuestrar a un funcionario belga de alto rango, tomar una cámara y transmitir su decapitación por Internet”, aseguró recientemente Hubert Bonneau, jefe de la brigada antiterrorista de la gendarmería francesa, en entrevista con la revista gala “Le Point”, corrigiendo la impresión de que el blanco de los supuestos yihadistas era una estación de policía en el barrio bruselense de Molenbeek. Desde que las fuerzas de seguridad belgas y francesas trabajan más estrechamente afloran cada vez más detalles inesperados.

Bélgica sirvió como sitio de retirada para los terroristas y como base de operaciones para orquestar los atentados de la capital francesa.
Bélgica sirvió como sitio de retirada para los terroristas y como base de operaciones para orquestar los atentados de la capital francesa.

La conexión franco-belga

Y cada nueva información deja entrever con mayor claridad las conexiones entre los ataques terroristas perpetrados en Bélgica y Francia en el pasado reciente. El 15 de enero de 2015, una semana después de los atentados contra la sede de la revista satírica “Charlie Hebdo” y un supermercado de productos kosher en París, la policía belga dio un golpe espectacular en la ciudad valona de Verviers. Poco después del enfrentamiento en el que murieron baleados dos supuestos terroristas, los agentes capturaron a un tercero: Marouane E.

Marouane E. y otras tres personas –Souhaib E., Mohamed A., Mammod H.– figuran como los principales sospechosos de haber fundado un grupo terrorista. Junto a Omar D., arrestado en Atenas, ese cuarteto es percibido como la plana mayor de la célula terrorista de Verviers. El gran ausente en el banquillo de los acusados es el presunto instigador de ese proyecto, por encargo de Estado Islámico: Abdelhamid A., quien reconstruyó la célula terrorista tras la embestida policial del 15 de enero de 2015.

Bélgica, retiro y base de operaciones

Se cree que fue Abdelhamid A. quien reclutó a los hombres tras los atentados de París del 13 de noviembre de 2015. Esos ataques demostraron de nuevo que había un nexo entre los terroristas de Bélgica y Francia; el territorio belga sirvió como sitio de retirada y base de operaciones para orquestar los atentados de la capital francesa. Del grupo terrorista que actuó en París, girando en torno a Abdelhamid A., todos están muertos menos Salah A., el único que no hizo estallar el chaleco cargado de explosivos que llevaba puesto.

Los otros se hicieron volar por los aires o murieron en enfrentamientos con la policía en el barrio parisino de St. Denis., donde el propio Abdelhamid A. perdió la vida. Salah A. regresó a su casa y fue capturado en marzo de 2016 en el vecindario bruselense de Molenbeek. Allí confluyeron los caminos de los atacantes –y sus cómplices– de Verviers, París y Bruselas. Entre ellos había varios hermanos, parientes y amigos de la infancia. Eso ayuda a explicar por qué el grupo resultó tan inextricable para la policía por tanto tiempo.

Una red en movimiento constante

El 17 de enero de 2015, la policía griega siguió una pista proveniente de Bélgica y detuvo en Atenas a Omar D., pero Abdelhamid A. no fue atrapado en esa redada; él se escondió y mantuvo contacto telefónico con el grupo de Verviers. Allí, la policía encontró un ordenador portátil usado por Abdelhamid A. en el que se hacía alusión a un plan para atacar un aeropuerto grande. Ese atentado tuvo lugar el 22 de marzo de 2016 en Bruselas, revelando hasta qué punto cooperaban las redes terroristas en Europa.

Najim L., quien participó en los ataques de París, apareció cuatro meses después en el aeropuerto de Bruselas como terrorista suicida. Por su parte, Abdelhamid A. viajó intensamente en 2015 entre Siria, Grecia, Bélgica y Francia, ufanándose en publicaciones de Estado Islámico de haber burlado a la policía de Verviers. Si las fuerzas de seguridad europeas hubieran colaborado las unas con las otras de una manera mejor articulada, es muy probable que lo hubieran capturado antes. Hoy se teme que ante los magistrados de Bruselas sólo estén sentados los integrantes menos importantes del grupo terrorista.