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Yihadistas egipcios se suman al EI

Kersten Knipp (ER/PK)12 de noviembre de 2014

Un grupo terrorista egipcio dio a conocer su alianza con el “Estado Islámico” (EI). Aumenta pues el peligro de atentados en Egipto, donde impera un clima propicio para la propagación de las ideas extremistas.

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Imagen: Reuters/Amir Cohen

El grupo yihadista Ansar Beit al-Makdis, activo sobre todo en la región del Sinaí, se limitaba hasta ahora a su propia agenda. Pero ahora se ha sometido al EI, al que juró fidelidad, según dio a conocer el domingo (09.11.2014). Al mismo tiempo, llamó a todos los musulmanes a seguir sus pasos.

La alianza de Ansar Beit al-Makdis con el EI no se produjo por sorpresa. En Egipto circulaban rumores al respecto desde hace tiempo, pero el grupo siempre los había desmentido, asegurando que tenía objetivos propios y que estos se limitaban al territorio egipcio.

El anuncio de la alianza se produjo en momentos en que la organización a todas luces se ha recuperado de los duros golpes que el ejército egipcio le había propinado en los meses pasados. Estas milicias tuvieron que replegarse a regiones remotas del Sinaí, pero jamás se rindieron. Continuamente perpetraron pequeños pero efectivos atentados contra los militares. De acuerdo con informaciones no confirmadas, murieron en ellos cientos de soldados. El último atentado de mayor calibre tuvo lugar el 24 de octubre y costó la vida a 30 uniformados. El grupo también ha dado que hablar con videos de decapitaciones y asesinatos de civiles.

Radicalización en las cárceles

Se estima que muy pocos egipcios sienten simpatías por el IS. Por otra parte, simpatizantes del presidente Mohamed Mursi, derrocado en junio de 2013, experimentan a todas luces un proceso de radicalización. La publicación de Internet “Al Monitor” reveló a comienzos de noviembre extractos de una entrevista con un exintegrante de los Hermanos Musulmanes. El joven, actualmente encarcelado, señaló que durante mucho tiempo había creído en la fuerza de la lucha pacífica, pero ahora respalda al EI. Dijo que había sido detenido a mediados de agosto de 2013, durante una manifestación a favor de Mursi, y que las experiencias que había tenido desde entonces lo indujeron a volcarse hacia el “Estado Islámico”: “La injusticia y el hecho de que me hayan encerrado aquí con el pretexto de que soy un terrorista, aunque no he hecho nada, me llevan a la desesperación. Eso es más fuerte que mi fe en el pacifismo”.

La Hermandad Musulmana ha mantenido distancia con el EI. Su agenda es muchísimo más moderada. No llama a la “guerra santa”, ni impone sus objetivos por la vía de la violencia. No obstante, el periódico egipcio Al Masry al Yawm informó que algunos miembros de dicha hermandad se ven como aliados del grupo Ansar Beit al-Makdis. Este, a su vez, tiene integrantes que se consideran el “brazo militar” de los Hermanos Musulmanes. La radicalización podría verse alentada por el hecho de que varios miles de integrantes de los Hermanos Musulmanes están en prisión sin haber sido sometidos a proceso. Nadie sabe exactamente cuántos.

Bombenanschalg in Kairo 21.9.2014
Policías vigilan tras un atentado en El Cairo, en septiembre de 2014.Imagen: picture-alliance/dpa

Atmósfera de violencia

Si se parte del supuesto de que una pequeña fracción de ellos se podría radicalizar, los yihadistas ganarían numerosos adeptos. En las cárceles imperan a todas luces condiciones favorables a una radicalización. “Hay muchas informaciones sobre torturas y desapariciones en prisiones de la policía y el ejército”, indica Amnistía Internacional.

Sobre todo gente joven respalda al EI, según el politólogo Kamal Habib. “Creen que no es el momento para la paz”, apunta. Así se manifestaron también algunos jóvenes islamistas egipcios en una entrevista con “Al- Monitor”. “La comunidad islámica de Egipto está actualmente en el suelo”, dijo uno de ellos, agregando que “el EI la volverá a levantar y aterrorizará a los enemigos de dios”.

En la lucha contra el terrorismo, Egipto ha optado sobre todo por la fuerza militar. Y cuenta también con el respaldo del Gran Mufti, la máxima autoridad religiosa del país. Este emitió en octubre un edicto contra la violencia yihadista, declarando que quien cometa actos terroristas “merece la ira de dios en la tierra”. Pero es dudoso que eso impresione a los terroristas.